En su escrito de acusación, la Fiscalía asegura que el procesado, Kilian J.B.O., de 22 años, desde al menos el 2012 y hasta 2014, se aprovechaba de su condición de entrenador de un equipo compuesto por niños de diez a quince años y de monitor de otras actividades deportivas para satisfacer con ellos sus deseos sexuales.
La acusación pública sostiene que el entrenador mostraba a los niños películas pornográficas, les enviaba por teléfono imágenes del mismo tono e incluso les hacía llegar fotos de su pene. También, siempre según la Fiscalía, se masturbaba en su presencia y les invitaba a masturbarse para que él lo grabara con el móvil.
El fiscal considera que, en algunos casos, la conducta de Kilian J.B.O. fue más allá y también incluyó tocamientos sexuales, por lo que advierte trece delitos de abusos sexuales, once de ellos continuados.
Reciente condena por otro caso similar en Valencia
El acusado se encuentra en prisión provisional desde julio de 2014, mas de un año antes de que la Audiencia de Valencia condenara en octubre pasado a dos años y medio de cárcel a un entrenador de un equipo de fútbol de categoría cadete por contactar con varios chicos de 15 y 16 años a los que entrenaba y solicitarles, de manera insistente, que se hicieran y le enviaran fotos y vídeos de contenido pornográfico.
El tribunal consideró al procesado, de 25 años y natural de Valencia, autor de cinco delitos de captación de menores de edad para exhibicionismo o para la elaboración de material pornográfico en grado de tentativa y uno consumado, ocurridos en 2014 en Valencia.
La sala considera probado que el acusado contactó con los chavales, a los que había incluido en un grupo de WhatsApp, y "les propuso de manera repetitiva que le enviaran fotos desnudos y vídeos masturbándose". A cambio, les ofrecía "diversas cantidades de dinero y, en algún caso, algunos regalos como un teléfono móvil o unas botas de fútbol".
De este modo, el procesado logró que dos menores aceptaran la proposición del acusado y le enviaran fotos, mientras que otros dos mantuvieron sexo con el adulto y el resto se lo tomó a broma.
Además de la pena de prisión, la Audiencia impone al entrenador dos años de libertad vigilada durante los cuales le prohíbe acercarse a la víctimas y desempeñar actividades de entrenamiento o animación cultural o deportiva en los que intervengan menores.
La sala considera responsable civil subsidiario al club de fútbol, que deberá indemnizar a los menores con cantidades que oscilan entre los 300 y los 1.000 euros. Por otra parte, absuelve al entrenador de fútbol de un delito continuado de exhibicionismo y provocación sexual, de seis delitos de promoción de la prostitución y de dos delitos de abusos sexuales que le atribuía la Fiscalía, según la sentencia facilitada hoy por el Tribunal Superior de Justicia valenciano.