P.- ¿Cómo afronta este nuevo curso la Universidad que usted dirige?
R.- Este curso tenemos por delante el mayor reto que hemos tenido en los últimos años: la adecuación al Marco Europeo
P.- ¿En qué punto se encuentra la adaptación al EEES en
R.-
P.- Cree que se está llevando a cabo la reforma de forma correcta en nuestro país? ¿Considera que la comunidad universitaria está recibiendo información suficiente para comprender un proceso de tal envergadura?
R.- La complejidad de la construcción del EEES necesita algo más que esta simple calificación binaria. Lo que sí que se puede decir que está siendo un proceso largo, con algunos cambios del rumbo que creíamos marcado, y sin que se haya establecido con rigor su ineludible financiación. En cuanto a la información a la comunidad universitaria, con carácter general se puede afirmar que ha sido razonable. Todas las Universidades, en particular
P.- Otro cambio importante para la universidad es la reforma de la LOU aprobada por el Gobierno, ¿qué opinión le merecen las novedades que introduce?
R.- Evidentemente, no es la Ley que todo
En todo caso, lo deseable es que la Ley de Universidades, como todo lo que afecta a la
P.- ¿Es compatible la mayor dedicación a la docencia de los profesores con la realización de una actividad investigadora de calidad?
R.- Creo, sin lugar a dudas, que la característica principal de un profesor universitario es su doble condición de docente e investigador. Desde mi punto de vista, es bastante improbable encontrar un buen profesor universitario que no combine adecuadamente ambos aspectos. Ahora bien, esto no significa que todos los profesores presenten durante su vida académica una dedicación uniforme a ambas actividades al 50%, ya que hay que tener en cuenta las circunstancias de su carrera académica. Lo que hay que hacer es tratar de compensar ambas actividades a nivel de los departamentos para alcanzar los objetivos docentes e investigadores en su conjunto.
P.- Los expertos apuntan a que una de las principales debilidades de la universidad española es la escasa conexión entre lo académico y
R.- Es cierto que tradicionalmente universidad y empresa han vivido de espaldas. Pero es algo que está cambiando mucho en los últimos tiempos. Hoy en día uno de los rasgos diferenciadores de las universidades más pujantes y modernas es, precisamente, su permeabilidad hacia
P.- Y, siguiendo con los puntos débiles de nuestra Universidad, hablemos de investigación. ¿Qué iniciativas se están llevando a cabo en su centro en este sentido?
R.- Son muchas las iniciativas que hemos puesto en marcha para fomentar la actividad investigadora. Somos una universidad joven con una media de edad del profesorado que ronda los cuarenta años, por lo que estas medidas son de vital importancia. Así, y por destacar algunas de nuestras singularidades, tenemos en marcha un programa de incentivos a la investigación en dos modalidades. Por una parte, un reconocimiento económico para aquellos profesores que pueden demostrar una actividad investigadora contrastada en los últimos años. Por otra parte, ese programa de incentivos contempla la incorporación de personal docente e investigador en formación a través de un sistema de becas adaptado al Estatuto del Personal Investigador (EPIF), que permite a su vez una reducción parcial de la actividad docente para aquellos profesores que lideran proyectos competitivos o dirigen Tesis Doctorales.