Después de manifestaciones y encierros en facultades de toda España, protestas de ciertos sectores del profesorado y críticas de asociaciones porfesionales, Bolonia ya está presente en nuestro sistema de educación superior. Muchos de las titulaciones que imparten nuestras universidades ya siguen los nuevos criterios europeos, aunque todavía carecemos de información oficial sobre cuáles son sus resultados.
Este proceso, que implica modificar las carreras con el fin de hacer homologables los estudios en toda Europa, comenzó a gestarse en 1999 con la Declaración de Bolonia, pasando por los distintos gobiernos, tanto del PP como del PSOE y tiene como límite el año que ahora comienza, el 2010.
No obstante, hasta el año 2015 los estudiantes que cursen titulaciones conforme a los viejos planes tienen garantizado el derecho a continuar en el régimen en el que hayan iniciado sus estudios, si bien pueden optar voluntariamente por incorporarse a los nuevos títulos.
Principales escollos
A tan sólo unos meses para que acabe el plazo de adaptación todavía son más de 4.000 las titulaciones que no han adecuado su oferta formativa oficial. De los más de 7.000 titulos existentes, hay aprobados 4.307 (1.302 grados, 1.709 másteres, y 1.296 programas de doctorado), según datos del Ministerio de Educación. La cuestión es si Aneca tendrá tiempo de revisar estos 4.000 títulos en sólo cinco meses, dado que les ha llevado un año revisar la misma cantidad de titulaciones.
Las titulaciones más problemáticas con medicina y arquitectura. La duración de la carrera de medicina es muy superior a la del resto de los grados, por lo que los afectados piden que su titulación sea reconocida como máster y no como grado. Los afectados no quieren recibir el mismo nivel de reconocimiento académico que otras carreras para las que no es necesario cursar tantos créditos.
Los arquitectos también consideran que la adptación al nuevo plan degradará su titulación y afectará al ámbito profesional.