Esa impresión de que la economía digital excede ya en España la quinta parte de toda la producción anual de valor es confirmada a Ibercampus.es por nuestro consejero el profesor Gustavo Matías, quien en el marco de un convenio de la UAM con Eurostat y el INE propuso hace tres décadas confrontar las estimaciones de intensidad energética con otras nuevas de intensidad informativa, por mantener aquellos años que ya la segunda era más importante y habíamos entrado en un cambio aún mayor que el paso del paleolítico al neolítico (el infolítico).
Esa idea, mucho antes de aceptarse el nuevo término por el diccionario de SM en 2006, fue la que expuso años después en el artículo Telecomunicaciones en el umbral del infolítico: una introducción prospectiva, en un monográfico que le encargó coordinar el entonces Banco Bilbao-Vizcaya, núcleo del actual BBVA.
Previamente había expuesto esa tesis en un curso de verano también dirigido por él en la Universidad del País Vasco en San Sebastián, tras el éxito alcanzado previamente por otro libro, titulado Telecomunicaciones por cable y Autopistas de la información en otro semanario patrocinado en Salamanca por la Junta de Castilla y León, donde Telefónica tuvo que desplazar dos camiones para dar cobertura a la primera gran videoconferencia internacional realizada en España, tarea que 30 años después realiza cualquier persona con un aparato de apenas centímetros o gramos.
" En esas obras y en otras como El trabajo en el espacio y tiempo digital, Revista del Ministerio de Trabajo, 1998, o Digitalismo (con Terceiro Lomba, José B), Taurus, 2001, mi planteamiento era y es que, ya en los años noventa, la gran mayoría de la actividad económica economía se basaba en la información, y por tanto era y es digitalizable, aunque yo no he medido ni he visto que hasta ahora nadie haya medido aún con rigor lo que ya se ha digitalizado", dice Gustavo Matías.
Eso es lo que intenta con datos de 2919 el libro de Boston Consulting Group y la Asociación Española de Economía Digital (Adigital). Pero Matías no ha visto que ese libro siga su metodología ni aporte otra estandarizada, porque a su juicio todavia no la hay o al menos él ignora que exista.
Similar impresión aportan otras obras recientes como las realizadas o coordinadas desde el mundo empresarial para Telefonica u otras empresas por Raul Katz, Presidente del Observatorio de Telecomunicaciones y Servicios de LLorente y Cuenca (LLC) o desde el rigor científico antes de su muerte por el profesor Antonio Pulido (colaborador también de Ibercampus.es) o su discipula Ana M. Lopez, exdecana de la Facultad de Ciencias Económicas y Enpresariales de la UAM y expresidenta de la Conferencia Española de Decanas y Decanos de Economía y Empresa.
"Es difícil atribuir cuánto correspondería más allá de la actividad de los sectores más relacionados (informática y comunicaciones)", dijo la profesora Ana M. Lopez UAM, quien en su último artículo para la revista Economistas del Colegio de Economistas de Madrid yd el Consejo General de Colegios de Economistas no realiza esa estimación de impacto.
Si indica en las conclusiones que en "esta transformación digital, la consideración de la economía digital como sector productivo es una realidad, que podría representar ya el 22,5% de la economía mundial (según Accenture, 2016, en un estudio elaborado con Oxford Economics) y valoran que el 19,4% del producto interior bruto (PIB) en la economía española estaría ya ligado a entornos digitales".
Redefinir la economía digital
Esa tarea de medición del impacto es la que realizan Boston Consulting Group y la Asociación Española de Economía Digital (Adigital) en su último informe Economía Digital en España. Su conclusión es que España se sitúa en la frontera entre las economías de segundo nivel de digitalización y aquellas más avanzadas.
Así, pese a que su posición relativa en el Índice de Economía y Sociedad Digital de la Comisión Europea (DESI) ha mejorado en los últimos años, pasando del puesto 17 en 2015 a la 11 en 2020, todavía nos queda camino por recorrer. El informe analiza 12 propuestas para el impulso de la digitalización en nuestro país agrupadas en 4 grandes bloques o palancas: Infraestructura y conectividad, Capacidades digitales, Seguridad, regulación y fiscalidad, y Emprendimiento e innovación.
El documento, que propone una definición de economía digital y establece una metodología para su cálculo, revela el rol cada vez más determinante que la transformación digital está jugando en la economía española y prevé una aceleración de ese proceso como consecuencia de la crisis generada por la COVID-19 (a la luz de fenómenos como el aumento en la penetración del ecommerce o el afianzamiento del teletrabajo). De ahí la importancia de acotarla y medirla como indicador de prosperidad en España.
El informe distingue entre impacto directo, indirecto e inducido de la economía digital sobre el conjunto de la economía española, deteniéndose especialmente en el primero (el impacto directo) que se aproxima ya al 9% del PIB nacional. Este resultado sitúa a la economía digital como segundo sector más relevante en la economía española, sólo superado por el inmobiliario (12,3%), y por encima de sectores principales como el alojamiento y la restauración (6,2%) o el comercio minorista (6%).
A este respecto, Pablo Claver, Managing Director and Partner de BCG y líder de la práctica de organización y personas, resalta que “la novedad del informe radica en combinar un enfoque macroeconómico tradicional para la medición de la economía digital con el análisis detallado de numerosos casos de uso digitales; esta aproximación nos permite cuantificar, de manera sistemática y consistente, el tamaño de la economía digital en España a lo largo de las cadenas de valor de los diferentes sectores”.
“El estudio revela que hay sectores líderes que han adoptado la componente digital como parte de su cultura y que agrupan el 33% de la economía digital a pesar de suponer sólo un 3,6% del PIB. Por otro lado, hoy en día hay sectores que están menos digitalizados y que están acelerando su transformación y esperamos que contribuyan de forma muy importante en los próximos años. Gracias a esta aceleración esperamos que la inversión digital del sector privado crezca un 6-7% anual hasta 2025”, indica Claver.
● Desarrollar un entorno que favorezca y promueva el desarrollo y uso de tecnologías habilitadoras: complementando con herramientas de capacidad de computación (cloud e inteligencia artificial) la conectividad del territorio.
● Promover una Administración digital e inteligente: evolucionar hacia una Administración 100% digital, impulsar el uso de big data y aprovechar la capacidad de contratación de la Administración para digitalizar la economía.
● Apoyar un plan de formación digital y tecnológica de los trabajadores y autónomos: aprovechando la inclusión de la digitalización como palanca en el Fondo de Recuperación.
● Impulsar un mercado de trabajo de calidad e innovador: incluyendo la creación de una Mesa para el Futuro del Trabajo y la mejora de la protección del autónomo.
● Promover un plan de digitalización de las pymes: basado en la capacitación, la simplificación de barreras regulatorias, administrativas y de comercio transfronterizo y la mejora de la colaboración público-privada.
● Establecer un marco regulatorio inteligente y armonizado: impulsando una regulación transversal, tecnológicamente neutral y válido para el futuro a través de un verdadero Mercado Único Digital en la UE.
● Favorecer una gobernanza de la nueva economía: involucrando a actores destacados (p. ej. plataformas y pymes), Administraciones Públicas, actores económicos y usuarios.
● Adoptar una fiscalidad adaptada al siglo XXI: adaptar el marco tributario a la realidad de la economía digital bajo el consenso internacional para impulsar la competitividad empresarial en el mercado global.
Matías Clavero, Gustavo:
–Telecomunicaciones en el umbral del infolítico: una introducción prospectiva, en BBV, Situación, revista de coyuntura económica, ISSN 0213-2273, Nº. 2, 1995.
–Telecomunicaciones por cable y Autopistas de la información, Junta de Castilla y León 1996
–El trabajo en el espacio y tiempo digital, Revista del Ministerio de Trabajo, 1998
–Digitalismo (con Terceiro Lomba, José B), Taurus, 2001
Previamente a su artículo de 1995, Gustavo Marías escribió en 1985 Fuentes para analizar la coyuntura. Un repaso crítico, páginas 51 a 133 en el libro “Informar de Economía”, APIE (Agrupación de Periodistas de Información Económica) y Banco de Santander, obra que él coordi, al igual que “Informar de Economía II” casi diez años después.