Estas son algunas de las principales conclusiones de los estudios publicados por la OCDE después de que los líderes del G8 (los ocho países más desarrollados, dentro de los 33 que integran la Organización) se reunieron en Londres a mediados de diciembre para intentar fijarse como objetivo especial el lograr una cura para la demencia en el año 2025. Dice la OCDE que se trata de un imperativo económico y social, pues esta enfermedad ya afecta actualmente a 44 millones de personas en todo el mundo, lleva camino de superar los 135 millones en el 2050 y la Organización Mundial de la Salud estima que ya el año 2010 costó al mundo 439.000 millones de euros.
Además de estas y otras muchas cifras crudas, hay un peaje psicológico: la demencia ha reemplazado el cáncer como la enfermedad que más temen las gentes y las organizaciones involucradas en su cura, donde la OCDE afirma que la educación tiene un importante papel que desempeñar: los niveles más altos de educación pueden impedir la aparición de la demencia senil.
Dice que, si bien las capacidades cognitivas en general tienden a disminuir con la edad, se puede retrasar o incluso revertir la tendencia bajista con mejor educación. Así lo indica en el informe Tendencias de la Educación, dedicado a examinar el papel de la educación en las sociedades desarrolladas que envejecen. Pero esto ya se sopechaba: Ibercampus publico que Los bilingües están menos expuestos a la demencia, e incluso España tuvo parte en la noticia sobre que Descubren 11 nuevos genes asociados al Alzheimer.
Según Tracey Burns, Analista y Jefe de Proyecto en la Dirección de Educación y Capacitación de la OCDE, la esperanza media de vida entre los países de la OCDE ha aumentado más de diez años en una generación: desde los 69 años en1970 a un promedio de 79,7 años en 2010. Pero en los cuatro grandes países emergentes conocidos como BRIC (Brasil, Rusia, India y China) crece todavía más que en la treintena de países de la OCDE y prevén que alcanzar una media de 45 años hacia el año 2025, frente a los 38 años en 2010. A medida que la esperanza de vida media aumenta, también lo hace la proporción de las personas de edad (es decir, los mayores de 80 años). De hecho, hacia el 2050 habrá más del doble de personas mayores de 80 años que las de hoy.
Aunque esto puede parecer como un problema para el futuro lejano, algunas de estas preocupaciones dice Burns que son inmediatas. Un ejemplo es el aumento de la edad de los docentes en la mayor parte de los países de la OCDE. En 2011, el 40% o más de los dedicados a la enseñanza secundaria tenían ya por lo menos de 50 años en Austria, la República Checa, Estonia, Alemania, Islandia, Italia, Países Bajos, Noruega y Suecia. También superaban esa edad más del 50% de todos los profesores de enseñanza secundaria en Alemania e Italia, donde incluso la cifra es del 60%.
Teniendo en cuenta estas cifras, atraer y retener a los nuevos maestros es una prioridad de la política inmediata de la mayoría de los países de la OCDE. A medio plazo, esta transformación demográfica tendrá importantes implicaciones para los sistemas de educación. En general, las personas que han completado más años de educación tienden a una mejor salud y bienestar. La educación tiene un efecto positivo directo sobre los comportamientos y las preferencias más saludables, así como efectos indirectos en los ingresos, oportunidades y confianza en sí mismo.
Por ello, los gobiernos de la OCDE promueven una cultura de aprendizaje permanente a través de políticas destinadas a mejorar el desarrollo de habilidades basadas en el trabajo, la formación profesional y la educación de adultos. Los resultados de la Encuesta de competencias de los adultos demuestran que Ss necesita ese esfuerzo: la competencia llega a un pico alrededor de los 30 años de edad y luego disminuye de manera constante. Sin embargo, un ejemplo prometedor de cómo el aprendizaje permanente puede promoverse viene de Japón, una sociedad que envejece rápidamente, la de mayor esperanza de vida al nacer entre los países de la OCDE junto con España.
En 2006, el Gobierno modificó su Ley Orgánica de Educación para integrar el concepto de aprendizaje permanente, asegurando el apoyo a sus municipios con financiación y orientación. En el 2012, ya 18 metrópolis y 996 municipios tenían planes de acción para promover el aprendizaje permanente, y algunos dirigentes municipales han formado una alianza para el intercambio de información y la política de investigación. Pero este es sólo un ejemplo de cómo los gobiernos y las comunidades se unen para aumentar la participación en la educación formal y no formal a fin de que durante toda la vida de una persona el aprendizaje permanente la mantenga más sana, más activa y más conectadas con la sociedad. Ello permite también que una proporción cada vez mayor de personas mayores disfrute de sus últimos años al máximo.
Según el citado Analista y Jefe de Proyecto de la OCDE, a medida que los gobiernos e institutos de investigación hacen todo lo posible para encontrar una cura para la demencia en el 2025, podemos retarnos a ayudar como podamos en el refuerzo del aprendizaje permanente, el trabajo en la educación permanente, y el envejecimiento con bienestar.
