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El Instituto Nacional de Estadística ha publicado la Encuesta de Stocks y Existencias del último trimestre de 2021 (datos provisionales). Los datos para el sector de la automoción, son abrumadores. En referencia al último trimestre de 2019, el stock de vehículos de motor y componentes de automoción, descendió en el último periodo relativo a 2021, en más de un 25%, lo cual demuestra el estancamiento del sector.
Este dato está muy alineado con la información de comercio exterior reportada en los últimos meses del año pasado. Las importaciones de componentes del automóvil se redujeron casi en la misma proporción que las exportaciones de vehículos, algo muy representativo del impacto de la crisis de componentes. No obstante, la tasa de cobertura de la balanza comercial del sector a diciembre de 2021, sigue siendo positiva.
El sector de la automoción aportó en 2020, según datos de ANFAC, un 10% al PIB de España y dio empleo, teniendo en cuenta a toda la cadena de valor relacionada, a casi dos millones de personas. La crisis de los microchips y el contexto de incertidumbre económica afectan gravemente a la demanda, que sigue derivando en una drástica disminución de la producción de vehículos. Aunque según fuentes del sector, lo que respecta a la fabricación de vehículos híbridos no enchufables, ha aumentado exponencialmente.
En unas declaraciones recientes (previas al comienzo del conflicto en Ucrania), José López-Tafall, director general de ANFAC, ha destacado que “el sector de la automoción sigue atravesando un momento complejo debido a los efectos de la pandemia en la economía y a la crisis de microchips. Esta situación afectó negativamente a la producción y exportación española durante 2021 y, tal y como indican las previsiones, continuará haciéndolo a corto plazo. A pesar de ello, el sector de la automoción sigue trabajando para avanzar hacia la nueva movilidad de cero emisiones, con la fabricación de vehículos alternativos más sostenibles y seguros. Sin embargo, nos estamos quedando atrás en electrificación respecto del resto de los países. Ya se ha aprobado la orden de bases del PERTE VEC y es necesario que se agilice el proceso para movilizar los fondos y la industria. Pero además es necesario que se implementen una serie de herramientas que faciliten el cumplimiento de los objetivos de descarbonización de manera ágil y que permitan mantener a su vez la posición competitiva del sector dentro del mercado internacional. No podemos dejar que uno de los sectores más importantes para el empleo de nuestro país pierda fuerza respecto al resto de competidores europeos”.
Respecto al PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado – España Hub Europeo de Electromovilidad, (PERTE VEC), el objetivo es impulsar el clima industrial necesario para que en España se cree el ecosistema para la fabricación de vehículos eléctricos y conectados. Para ello, es preciso movilizar a los actores de la cadena de valor de la industria de la de la automoción española, de tal forma que el tejido industrial posea las capacidades e infraestructuras necesarias desarrollar las actividades que permitan fabricación del vehículo eléctrico de forma competitiva.
El PERTE para el desarrollo del vehículo eléctrico y conectado prevé una inversión total de más de 24.000 millones de euros en el periodo 2021-2023, con una contribución del sector público de 4.295 millones de euros y una inversión privada (esperada) de 19.714 millones de euros.
La convocatoria de ayudas para el PERTE continúa sin hacerse oficial por discrepancias en el porcentaje que ha de ir destinado a PYMES, fijado previamente en el 40%, pero que no tenía en cuenta la actividad subcontratada a este tipo de empresas por parte de las las grandes empresas automotrices, que está en torno al 30%. Finalmente parece que se va a flexibilizar este porcentaje, según informa La Tribuna de Automoción.
A pesar de toda la situación en la fabricación de vehículos, hay otro factor clave que influye en los resultados de la estadística de stocks publicada por el INE. El sector se encuentra en un profundo cambio, no sólo en lo que respecta a la cadena de suministros de los componentes o al tipo de vehículos fabricados. El modelo de distribución también está cambiando. La reducción en la fabricación de vehículos afecta directamente a la reducción de stocks, pero también a la generación de vehículos de ocasión (VO), que normalmente procedían de compañías de renting mediante un pacto de recompra con el fabricante. Sin embargo, al no aumentar el stock de vehículos nuevos para la venta, los renting no se pueden renovar, por lo que no se liberan nuevos VO para su venta como usados.
La digitalización también afectan al sector. Nuevos canales de venta y nuevos modelos de negocio. La venta online, al menos para profesionales, se llevará a cabo mediante concesionarios trabajando con un modelo de agencia, evitando el proceso de compra-venta que tenían hasta ahora.
Respecto a los nuevos modelos de negocio, GANVAM, Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios, destaca los basados en la movilidad conectada y compartida o nuevas fórmulas de aproximación al comprador digital, cada vez más interesado por el pago por uso en detrimento de la propiedad.
Datos confirmados con las estadísticas de comercio exterior
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