El entrenador español dejará de llevar el lazo amarillo, ya que la Federación inglesa lo considera un símbolo político y cree que atenta contra el deporte y sus valores.
Pep Guardiola ha cedido ante el recurso presentado por la Federación Inglesa de fútbol sobre su lazo amarillo. El técnico del Manchester City no quiere que la gran temporada que está realizando su equipo se empañe por un tema personal y político y por ello hará caso a la FA y no volverá a llevarlo. Recordemos que los ‘citizens’ marcha primeros en la Premier League, competición en la cual son favoritos para ganar según algunas las casas de apuestas como bet365, la cual le ve con muchas opciones de levantar el título.
Martin Glenn, presidente de la Federación, solicitó a Guardiola que se retirase el lazo amarillo que lleva en honor a los encarcelamientos de algunos políticos catalanes. Recordemos que, tras el nombramiento de la independencia en Cataluña de manera ilegal, el gobierno central de España tuvo que tomar ciertas medidas, como mandar a la cárcel a algunos políticos que había obrado fuera de la ley española.
Su connotación política hace que el símbolo, que Pep ha llevado en todos sus partidos desde entonces, sea un tema de ideología, hecho que se quiere evitar a toda costa desde la FA. Como bien ha explicado Martin Glenn, el deporte debe estar al margen de los pensamientos políticos de cada persona, siendo un arte limpio y libre para todos.
Eso sí, sus declaraciones han tenido una gran repercusión. Su comparación con otros símbolos históricos como la esvástica, la estrella de David o la hoz y el martillo no fueron muy acertadas, y él mismo tuvo que pedir disculpas públicamente.
Lo que sí reiteró Glenn en su segunda comparecencia es que el expediente abierto a Guardiola se cerrará solo si el técnico del City deja de llevar el lazo en sus actuaciones en las diferentes competiciones inglesas. Su significado es claramente en referencia a la independencia catalana, lo que crea una gran discrepancia en España.
Ante tal situación, Guardiola ha decidido aceptar la sentencia y no volver a llevar dicho lazo. No quiere que sus ideas puedan afectar al equipo que marcha viento en popa hacia su segundo título de la temporada, la Premier.
Una sanción al entrenador o incluso al equipo sobrevolaron sobre las posibles decisiones si el entrenador español no aceptaba despojarse del lazo. Por ello, Guardiola ha optado por la prudencia y espera que este hecho no cause una mayor repercusión de la que ya ha creado.
Queda por conocer si en las competiciones UEFA seguirá portándolo, o si, de lo contrario, tampoco lo llevará consigo. La marcha de su equipo en la Champions League, donde también es uno de los favoritos para ganarla, harán que Pep no quiera jugar con fuego y no se siga complicando con sus ideas políticas.
Por el momento de lo que estamos seguros es de que mientras siga en Inglaterra, en las competiciones nacionales no podrá mezclar la política con el fútbol. Sin duda, una buena decisión para el deporte.
