viernes,19 agosto 2022
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La FP no conquista a los jóvenes

ibercampus.es/El País
Tiene buena salida profesional, generosos sueldos y además, requiere menos años de estudio que una carrera. Pero, ¿por qué sigue la FP sin enamorar a los jóvenes? Una nueva encuesta del Ministerio de Educación y el Instituto Nacional de Estadística (INE) arroja datos negativos sobre esta opción educativa que, en cuanto a prestigio entre los estudiantes, sigue sin llegarle a la Universidad ni a la suela de los zapatos. Algo, a tenor de sus salidas laborales, muy injusto.

Según publica hoy el diario El País en un amplio reportaje, un módulo de FP de grado superior tiene más que buenas salidas laborales -con una tasa de paro en menores de 30 años inferiores a la de los universitarios-. Sin embargo, no logra salir de pobre en el imaginario colectivo, esto es, no acaba de tener el prestigio que merece, por la formación que aporta y la multitud de salidas profesionales tiene. De los alumnos que terminan la educación obligatoria, el 45% empieza una carrera universitaria durante los cuatro años siguientes, el 14% un curso de FP de grado medio (que exige el título de ESO para entrar) y otro 14% uno de grado superior, según la citada encuesta elaborada por el MEC y el INE.

En España, la gran mayoría de los jóvenes que continúan sus estudios tras la ESO se dirigen a la universidad. Lo cual es perfectamente comprensible, ya que los titulados universitarios son los que, a la larga, cobran más y gozan aún de mayor prestigio social. Pero hay multitud de voces que no creen que sea lo mejor para el desarrollo social y económico de un país que cada año salgan al mercado más titulados universitarios (cerca de 190.000) que la suma de titulados de las dos FP (alrededor de 150.000). "Todo el mundo tiene derecho a ir a la universidad, pero eso no significa que todo el mundo vaya", sostiene Francisco de Asís Blas Aritio, profesor de la Universidad Complutense de Madrid y gran conocer de la FP español.

No es lo mismo estudiar una carrera que otra, como no es lo mismo estudiar un título de FP u otro, pero el resultado global es que en los últimos años las diferencias laborales entre unos y otros se han ido reduciendo. El aumento de los jóvenes con título universitario en sólo una década (del 20% al 27%) ha venido acompañado de una reducción de un tercio de las diferencias de salario entre ellos y los que tienen sólo la educación obligatoria.

Con esas diferencias de sueldo cada vez más estrechas, la FP se presenta como una salida más rápida (dura dos años) y segura al mercado laboral. Un ejemplo que ex extrapolable a otras partes de España: el 80% de los recién titulados profesionales en Galicia encuentra trabajo antes de seis meses, algo que sólo le ocurre a la mitad de los licenciados, según un estudio del Gobierno autónomo gallego.

Grandes diferencias entre Comunidades

Pero, de momento, los datos de graduados y alumnos de FP, en torno al medio millón, se muestran estables, aunque con grandes diferencias entre comunidades, con el País Vasco destacado a la cabeza. "Aún no ha penetrado suficientemente la idea de que la FP es una opción tan válida o más que la universidad. Todo el mundo reconoce que es fundamental para un país, pero si se le pregunta, ¿quiere que su hijo vaya a la universidad? se muestran renuentes", asegura Blas Aritio. Para ser exactos, el 76% de los padres de alumnos de 12 años y el 71% de los de 16 tiene la expectativa de que su hijo vaya a la universidad, según las últimas encuestas de Educación, de 2000 y 2003, respectivamente.

Sin embargo, el ministerio ve un punto de inflexión en el momento actual, asegura Soledad Iglesias, subdirectora general de Formación Profesional. La propia ministra de Educación, Mercedes Cabrera, aseguró la semana pasada que la FP "era hasta no hace mucho la alternativa educativa para quienes tenían bajos rendimientos en otro tipo de enseñanzas, pero hoy ya no es así, pues la Formación Profesional es una formación competitiva".

No obstante, algunos jóvenes, los más prácticos, son conscientes de las buenas y rápidas salidas laborales de la FP y eligen sin complejos esta opción. La reforma educativa de los años noventa intentó prestigiar la formación profesional, exigiendo el título de ESO para entrar a la FP de grado medio, y el de bachillerato para el grado superior; hasta entonces ni siquiera era necesario haber aprobado la enseñanza obligatoria. Ahora para entrar en muchos de los títulos de grado superior hacen falta muy buenas notas (cuando hay más solicitudes que plazas, el expediente es el que cuenta).

Escasez de plazas

La falta de plazas, como en la universidad, depende de la titulación. Pero hay casos evidentes de falta de planificación, como el de la Comunidad de Madrid, donde en 2005 faltaron 3.600 plazas en los cursos más demandados, mientras en las otras sobraron más de 1.300, según los cálculos de CC OO. Para la directora del gabinete técnico de la Fundación Universidad Empresa, Marisol Pastor, lo que hay es una escasez de profesionales en el sector tecnológico en general, "y no sólo por la pujanza económica", asegura. En cualquier caso, y sin datos globales una vez más para toda España, los expertos sí perciben una mayor presión de la demanda en el grado superior y una escasez de la oferta. No así en el grado medio.

Quizá por ese prestigio que no le ha llegado aún, una de las pocas comparaciones internacionales hecha por la OCDE sobre la FP (la enorme heterogeneidad de sistemas en los distintos países obliga a cogerlas con pinzas), dice que sólo el 36% de los jóvenes españoles ha completado un curso profesional de enseñanzas medias.

A pesar de que ahí se incluyen junto a los títulos de grado medio las enseñanzas de artes plásticas y diseño, las deportivas, las escuelas de idioma, incluso los cursos que no conducen a certificado alguno, la cifra está muy lejos de la media europea, del 54%, y de países como Italia (67%), Alemania (62%) o Finlandia (81%, muchos alumnos lo cursan antes de ir a la universidad). Sin embargo, la tasa de titulados en FP superior, del 17%, está ocho puntos por encima de la media europea.

No todos pueden

En cuanto a titulados universitarios, el 33%, está dos puntos por debajo de esa media. Sólo 3 de cada 20 alumnos que terminan la ESO eligen la FP de grado medio en lugar del bachillerato, según una encuesta del INE y del Ministerio de Educación. Algunos de los que empiezan bachillerato y no les va bien se les unen después, pero entre los que eligieron la enseñanza profesional en primer lugar la principal razón es que les costó mucho sacarse el título de enseñanza obligatoria, aseguran los expertos, y refuerza un estudio hecho entre varios grupos de alumnos catalanes por el profesor de Sociología de la Autónoma de Barcelona Rafael Merino.

Uno de los objetivos del Ministerio de Educación es reconducir al grado medio al alto porcentaje de alumnos que no logra el título de enseñanza obligatoria, en torno al 30%. Lo quiere hacer flexibilizando la entrada desde los cursos profesionales (programas de cualificación profesional inicial) en los que pueden entrar esos jóvenes a los 15 años. Cuando hizo la semana pasada recapitulación de lo que se ha hecho en FP esta legislatura, Mercedes Cabrera hablaba de la revisión de los títulos, por ejemplo, para convalidar asignaturas de sus cursos en la universidad. Además de la necesidad de prestigiar la FP, el director del Instituto de Dirección y Organización de Empresas de la Universidad de Alcalá de Henares, Santiago García Echevarría, insiste precisamente en que formarse como profesional no quita para que luego se vaya a la universidad.

En cualquier caso, a García Echevarría le parece "un error tener más gente en la universidad que en la FP". "Al final, en España hacen falta mandos medios, tenemos a un montón de universitarios haciendo esos trabajos, para los que no tienen una formación práctica adecuada", asegura. La solución, continúa, pasa por los programas integrados entre las empresas y los centros de estudio, como ya se está empezando a hacer en el País Vasco. Pone el ejemplo de Alemania, donde la FP goza de un gran prestigio (independientemente de su cuestionado sistema que segrega y aboca a la universidad o la FP en torno a los 11 años).

Una de las críticas más repetidas por la falta de alumnos en la FP va dirigida a los orientadores de los centros escolares, por no aconsejar mejor a sus alumnos. El pedagogo y orientador del instituto Llanes de Sevilla Eduardo Herrera se defiende asegurando que muchas veces hay un profesional para 900 alumnos y que esa labor es de todos los docentes. Pero, sobre todo, Herrera le quita importancia al tema de las salidas laborales, siempre cambiantes, e insiste en que lo importante es la calidad de la educación, sea cual sea, ya que "la mayoría de los jóvenes va a tener durante su vida varias profesiones distintas".

Fuente: El País

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