Esta idea nace del veterano científico Jon Lomberg, diseñador de la misión Voyager, quien, tras enterarse de que New Horizons iba a salir del Sistema Solar pidió a la NASA que incluyera un mensaje que pudiera ser detectado por otras posibles formas de vidas en el espacio.
Como la nave está en el espacio desde 2006, la sugerencia de Lomberg es que, una vez que la sonda halla estudiado Plutón y envíe los datos obtenidos en su registro a la Tierra, tendrá espacio suficiente para que se le manipule el sistema y se le ´ordene´ una "nueva misión", un proceso que, según ha explicado "no llevaría más que un par de días".
En el caso de Voyager, que fue lanzado en la década de los 70, se realizó un operación similar, aunque en su caso se trataba de una grabación analógica. Posteriormente, otra misión estadounidense a Marte, Phoenix, llevó grabaciones digitales al planeta rojo en 2007.
Con el avance tecnológico, los expertos explican que el mensaje de New Horizons no tendrá que permanecer estático, ya que, mientras la nave permanezca en comunicación con la Tierra, éste podrá actualizarse.