jueves,18 agosto 2022
Espacio euroiberoamericano de diálogo sobre la innovación social, profesional y académica
InicioGobernanza económicaDigitalizaciónLa obra social de las cajas de ahorro se reduce a un...
Superaba los 1.600 millones-año, y ahora es poco más de 500

La obra social de las cajas de ahorro se reduce a un tercio desde que empezó la crisis

Jose María Mur
La obra social de las cajas de ahorro se ha reducido a casi un tercio por la crisis financiera y económica y la reconversión del sector, ante la que de 54 entidades solo conservan dos la naturaleza inicial. Su generalizada conversión en bancos propiedad de fundaciones ha hecho que apenas le dedicaran 675 y 647 millones de euros en 2014 y 2013, respectivamente, frente a los 1.637 millones del 2009. Pero cerca de un 30% de esa cantidades anuales son sumas de presupuestos que luego no se ejecutan.

Con fecha 9 de abril se ha presentado en la página web de la CECA ( Confederación Española de Cajas de Ahorro ) el informe elaborado por esta institución titulado " El nuevo mapa de las fundaciones: de cajas de ahorro a fundaciones " y hecho público en la IV Comisión de Fundaciones y Obra Social celebrada el 17 de marzo. El estudio refleja por primera vez el nuevo escenario de fundaciones bancarias, y visibiliza el tremendo descenso histórico de la dotación de la Obra Social en este siglo XXI. 

Se presentó el pasado 17 de marzo el informe elaborado por CECA (Confederación Española de Cajas de Ahorros ) bajo el título “ El nuevo mapa de las fundaciones: de cajas de ahorros a fundaciones “ en la IV Comisión de Fundaciones y Obra Social celebrado el 17 de marzo y publicado en la página web de CECA. con fecha 9 de abril. De las 45 cajas de ahorro vigentes en el año 2010 tan sólo dos conservan su naturaleza y estructura anterior a ese año, no han sufrido cambios, aunque su tamaño era y sigue siendo mínimo: La Caixa Ontinyent y Caixa Pollensa, ubicadas en la región levantina e islas Baleares respectivamente. Otros cuatro actuales grupos bancarios tienen la mayoría de su capital social dentro de su correspondientes Fundaciones Bancarias: La Caixa, Ibercaja, Kutxabank y Unicaja. El resto de entidades han visto disminuido su control ( salida a bolsa en el caso de Liberbank ) originario hasta pasar a ser minoritario.

 

Si nos remontamos a sus orígenes, en los años treinta del siglo XIX, y durante la mayor parte de su trayectoria, las cajas de ahorro actuaban bajo criterios de carácter social y arraigo territorial para cumplir con el objetivo de facilitar el acceso al crédito a las clases sociales más desfavorecidas y evitando la exclusión financiera, logrando así obtener el reconocimiento de la sociedad en general. No obstante, su sobredimensionamiento y la excesiva exposición al riesgo inmobiliario, fueron destapando sus debilidades de carácter estructural, que junto a las del sistema bancario en general, terminaron por acelerar la resolución de las entidades que estuviesen en crisis y de la institución como tal.

 

La ley 26/2013 de 27 de diciembre, de cajas de ahorro y fundaciones bancarias ( LCAFB ) , impuso la transformación de aquellas en fundaciones de carácter bancario u ordinario, en función del grado de participación y control que mantengan sobre la entidad de crédito de la que sean accionistas, traspasando toda su actividad financiera a esta.

 

Las fundaciones bancarias han pasado a ser las herederas de la implementación y gestión de la antigua Obra Social heredada de las cajas. Las actividades desarrolladas al amparo de la Obra Social de las fundaciones es muy variada. No obstante, se manifiesta una clara orientación hacia actividades de carácter social, y una disminución de aquellas que sean de índole cultural. Evidentemente, la justificación del giro se encuentra en el contexto socieconómico de crisis los últimos años, que exige mayor presencia por dos razones: por un lado han ido surgiendo nuevas necesidades individuales, familiares y colectivas, y por otro, dada la disminución del gasto del sector público y la escasa inversión privada en este tipo de actividades, no pueden dejar de ser atendidas.

 

Si bien los esfuerzos se han racionalizado hacia asistencia social, destaca de forma positiva que algunas fundaciones están incursionando en actividades novedosas para España, como la “ educación financiera “. En otros casos, aunque se siga trabajando sobre lo mismo, algunas fundaciones han procurado dotarlas de un nuevo marco de intervención, siendo un claro ejemplo de ello, el fomento del “ envejecimiento activo “, que pasa de un enfoque basado en la “ atención a la dependencia “ hacia otro que posiciona a las personas de la tercera edad como protagonistas dentro de su proceso vital.

 

Escandalosa disminución del presupuesto

 

La apuesta por la Obra Social, según el informe de CECA, se ve traducida en una dotación de más 675 millones de euros para todo el sector durante 2014, frente a los 647 millones de 2013. El dato llama poderosamente la atención si tenemos en cuenta que tan sólo una entidad, La Caixa, presupuestó 500 millones para el ejercicio 2014 según se recoge en el Informe anual Obra Social “ La Caixa “ (2013) , página 136 . Pero lo cierto es que esta entidad siempre ha presupuestado desde que empezó la crisis 500 millones y al final deja sin ejecutar 150 millones anuales, como reveló Ibercampus. Cabe preguntarse si no es poco más que testimonial la aportación del resto del conjunto de entidades.

 

Si nos remontamos a la década pasada desde los inicios del presente siglo, tendremos que convenir que sí, que, efectivamente, cualquier tiempo pasado fue mejor. Durante el ejercicio 2004 las antiguas cajas de ahorro destinaron 1.043 millones de euros a su Obra Social, tan sólo dos años después de 2002 cuando los grandes bancos del país empezaron a poner en pie la iniciativas de responsabilidad social corporativa ( RSC ) , al hilo de las nuevas tendencias internaciones que imponía el buen gobierno corporativo. Además, y referenciado al citado 2004, la CECA y Pricewaterhouse Coopers ( PwC) elaboraron un estudio sobre el impacto económico del gasto de la Obra Social de las cajas . Concluyeron que los millones de euros anteriormente mencionados y destinados en 2004 a la Obra Social, generaron 25.000 empleos indirectos y 1.842 millones de riqueza.

 

Ya en el año 2006 la dotación de la Obra Social ascendía a 1.371 millones de euros, un 14’50% más que el año anterior. El inicio de la crisis dejó sentir sus efectos en este apartado, pero aún así el ejercicio 2009 vió la cantidad de 1.637 millones de euros destinados al capítulo social y cultural de las cajas ( en alguna de éllas la denominación utilizada era “ Obra Social y Cultural “, por ejemplo Ibercaja ) por debajo de la cifra máxima alcanzada en 2008 cuando ascendió a 2031 millones de euros. Cuando en el año 2010 se inició el tsunami que ha acabado “ bancarizando “ a las antiguas cajas, todavía se destinaron 875 millones de euros a la Obra Social , sustantivamente por encima de los 675 millones vehiculados en 2014 y que dado su incremento porcentual interanual actual , tardarán muchísimo en alcanzarse teniendo en cuenta la gran dependencia de la aportación de una sola entidad , La Caixa, y de la dependencia del capítulo social de las nuevas fundaciones de la política y cuantía de los dividendos a distribuir por los bancos de los que son accionistas.

Las cifras

Entre los años 2010 y 2011 se llevó a cabo la mayor parte de la reestructuración del sector de las cajas de ahorros, período en el cual “De un total de 45 Cajas de Ahorros (a comienzos del 2010), 43 han participado o se encuentran participando en algun proceso de consolidación, lo que en volumen de activos totales medios representa el 99,9% del Sector” “… con un tamaño medio de 29.440 millones de euros (diciembre de 2009), a estar formado por 11 entidades o grupos de entidades, con un volumen medio de activos de 91.509 millomes (septiembre de 2014). De la información financiera extraída de cada grupo bancario del que ahora forman parte las fundaciones, Miguel Martínez Muñoz y Alvaro Chapa en su estudio han extraído las siguientes conclusiones:

1) Caixa Bank: un 58,91% del capital social está dentro de la Fundación Bancaria la Caixa. El resto se encuentra repartido entre miles de accionistas, ninguno de ellos llega al 10% de manera individualizada. Según datos aportados por cada una de las fundaciones consultadas, los porcentajes actualmente son los siguientes: 0,89 % de la Fundación Cajasol; 1,02% de la Fundación CajaNavarra; 0,61% de la Fundación Caja de Burgos, y, un 3,01% de la Fundación CajaCanarias.

2) Ibercaja: su principal accionista es la Fundación Bancaria Ibercaja con un 87 %, mientras que el 12,20% restante se encuentra repartida entre Fundación CAI con un 4,85%, Fundación Bancaria Cajacírculo con un 3,45% y Fundación Caja de Badajoz con un 3,90%

3) Abanca: según las cuentas anuales de 2012, último ejercicio depositado, el Fondo de Reestructuración Bancaria Ordenada (FROB) es el accionista único de NCG Banco.

 

4) Kutxabank: entre su accionariado se encuentra la Fundación Kutxa con 32%, la Fundación Vital con 11% y la Fundación BBK con 57%, estando esta última sujeta a obligaciones adicionales por su alto grado de participación.

5) Liberbank: entre los accionistas más relevantes se encuentran Fundación CajAstur con 30,11%, la Fundación Castilla-La Mancha con un 25% a través del Banco Castilla-La Mancha; la Fundación Bancaria Caja de Extremadura 9,12%, y la Fundación Bancaria de Ahorros de Santander y Cantabria con un 6,38%.

6) Banco Mare Nostrum (BMN): mientras que el FROB ostenta un 65,03%, la Fundación Cajamurcia tiene un 6,35%; la Fundación CajaGranada 2,79%, la Fundación Pinnae un 4,34%; la Fundación Caixa de Balears 2,01%, quedando el resto distribuido entre otros accionistas.

7) Unicaja: la Fundación Unicaja ostenta la mayoría accionarial del grupo bancario con un 90,80%, mientras que el porcentaje restante se encuentra repartido entre pequeños accionistas.

8) Bankia: la entidad se encuentra participada al 100% por el FROB por lo que ninguna fundación mantiene acciones dentro de esta.

9) Catalunya Banc: el capital social está en manos del FROB y del Fondo de garantía de depósitos de Entidades de Crédito (FGD) en un 98,40%. La diferencia restante se reparte entre varios accionistas, como la Fundación Catalunya la Pedrera.

10) BBVA: tiene cerca de 1.000.000 de accionistas individuales que representan alrededor del 50% de su capital social. Aunque la Fundació de las Antigues Caixes Catalanes, se encuentra integrada dentro del banco, no tiene ningún porcentaje de participación en aquel34.

11) Banco Sabadell: como este banco es el propietario del Banco Caja Mediterráneo, también lo ha sido de su fundación, aunque esta no mantiene ningún porcentaje de participación. Se prevé la separación entre el Banco y aquella, en virtud de los nuevos acuerdos mediante los cuales la fundación ha movido el 50% de sus fondos a Caixa Bank.

Fundaciones

La LCAFB establecía como plazo definitivo el 31 de diciembre de 2014 para finalizar con los procesos de transformación de las cajas de ahorros en fundaciones bancarias u ordinarias, siendo igualmente de aplicación a las fundaciones que fuesen especiales en virtud del Real Decreto Ley 11/2010 de 9 de julio, de órganos de gobierno y otros aspectos del régimen jurídico de las cajas de ahorros.

Actualmente, el resultado del proceso de transformación del sector objeto de estudio es el siguiente36: de las 34 fundaciones que han surgido, 18 se han transformado en fundaciones ordinarias (53%), otras 14 en bancarias. (41%) En el restante (6%) se integran dos entidades bajo situaciones transitorias: mientras que una de ellas se mantiene como fundación de carácter especial, la otra continúa pendiente de constitución. El mapa se completa con las dos cajas de ahorros que continúan funcionando actualmente: Caixa Ontinyent y Caixa Pollença.

De las fundaciones estudiadas, la gran mayoría mantiene como ámbito de acción la comunidad autónoma donde reside su domicilio social, mientras que otras concentran su actividad a nivel exclusivamente provincial. El grado de especialización es aún mayor en el caso de la Fundación Iluro y la Fundación Pinnae, que focalizan sus acciones solo en el ámbito local. Asimismo, mientras que la Fundación Ibercaja tiene un nivel de implantación nacional, pero sin tener carácter internacional, otro grupo de fundaciones como la Fundación bancaria la Caixa, también se dimensionan internacionalmente, mediante acciones directas, o bien, mediante convocatorias de subvenciones de cooperación al desarrollo destinadas a la ejecución de proyectos de índole social o económica en países empobrecidos.  

Las actividades desarrolladas al amparo de la Obra Social de las fundaciones, es muy variada. No obstante, se manifiesta una clara orientación hacia actividades de carácter social, y una disminución de aquellas que sean de índole cultural. Evidentemente, la justificación del giro se encuentra en el contexto socioeconómico de crisis los últimos años, que exige mayor presencia por dos razones: por un lado han ido surgiendo nuevas necesidades individuales, familiares y colectivas, y por otro, dada la disminución del gasto del sector público y la escasa inversión privada en este tipo de actividades, no pueden dejar de ser atendidas. Si bien los esfuerzos se han racionalizado hacia la asistencia social, destaca de forma positiva que algunas fundaciones están incursionando en actividades novedosas para España, como la educación financiera. En otros casos, aunque se siga trabajando sobre lo mismo, algunas fundaciones han procurado dotarlas de un nuevo marco de intervención, siendo un claro ejemplo de ello, el fomento del envejecimiento activo, que pasa de un enfoque basado en la “atención a la dependencia” hacia otro que posiciona a las personas de la tercera edad como protagonistas dentro de su proceso vital.

 

De interés

Artículos Relacionados

Centro de preferencias de privacidad