En el documento presentado ayer, la OCDE dice que seguir con estas políticas "puede ser contraproducente, especialmente en un contexto de inflación de prácticamente cero". Asimismo, advierte del peligro de caer en la pobreza, además de desacelerar la demanda interna de los países. Los diarios recuerdan que desde el primer trimestre de 2009, hasta el cuarto de 2013, las remuneraciones reales por hora en España bajaron un 1,8% anual, el cuarto mayor descenso entre los 34 miembros de la OCDE.
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, dijo ayer sobre este asunto que "hay un límite porque llega un momento en que la caída de salarios pasa a ser un problema en sí mismo, puesto que quita músculo a la recuperación y en algunos países hemos llegado a un punto en que esta solución ha llegado al límite".
A este respecto, el ministro de Economía, Luis de Guindos, recordó que "España no baja los salarios", ya que éstos, según apuntó, son pactados por empresarios y sindicatos. Por su parte, CCOO y UGT secundaron la advertencia del organismo internacional, al tiempo de insistir en la necesidad de un pacto que promueva la creación de empleo de calidad.
España será el país donde más bajará el paro hasta 2015
En relación con el paro, la OCDE advirtió que el desempleo va a seguir reduciéndose a un ritmo lento de aquí a finales de 2015, cuando se situará en el 7,1%, frente al 7,4% de mediados de 2014. En lo que se refiere a España, se mantiene como el segundo país con mayor tasa de desempleo de los 34 miembros de la organización. La previsión es que registrará entre finales de 2013 y el último trimestre de 2015 la mayor caída del paro entre las economías desarrolladas, en concreto, se estima una reducción desde el 26,1% en 2013, al 25% a finales de este año, y el 23,9% al cierre de 2015.
Ángel Gurría alabó ayer las reformas emprendidas por España y aseguró que están funcionando, pero también advirtió que nuestro país "no sólo tiene que afrontar la normalización de la situación macroeconómica, sino el cambio de modelo que consiste en pasar del ladrillo a la neurona", y el problema, añadió, "es que hay muchos trabajadores que no tienen la cualificación necesaria para dar este salto".