jueves,18 agosto 2022
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Encuentra trabajo menos de 1 de cada 5 jóvenes españoles

La OCDE y la UE resaltan el drama del paro juvenil español y la prensa la fiscalidad del empleo

Redacción
Esta Semana Santa organización internacional que reúne a los 36 países desarrollados (OCDE) y la de los 28 estados europeos (UE) resaltaron con nuevas comparaciones el drama que no cesa del paro juvenil español, que sigue en récord mundiales (solo tienen trabajo el 18% de los españoles de 15 a 25 años pese a la acusada reducción del paro en las estadísticas), mientras la prensa prefirió centrarse en los datos sobre la fiscalidad total del empleo (creciente incluso el 2016 de rebajas electorales)

El desempleo entre los jóvenes con baja cualificación es un fenómeno estructural, según constata el Observatorio Social de LaCaixa, en su informe 'Bajo nivel educativo, baja participación laboral'. Y es que, independientemente del ciclo económico, la tasa de empleo de las personas con estudios básicos no llega al 60% en los momentos centrales de sus vidas, mientras que la de aquellas que tienen estudios superiores alcanza el 90%.

Una situación que se empeoró todavía más en los momentos de crisis. De hecho, uno de los datos más desesperanzadores se centra en que España es el país de la Unión Europea en el que se ha producido una mayor reducción del empleo en este colectivo, concretamente de 22 puntos entre 2007 (cuando la tasa de empleo alcanzaba el 55,7%) y 2015 (33,7%). De hecho, los jóvenes con un bajo nivel de estudios vieron caer su tasa de empleo entre 25 y 30 puntos. 

Asimismo, según las conclusiones del estudio, la recesión provocó que los jóvenes, sobre todo aquellos con la educación secundaria completada, siguieran inactivos a nivel laboral para continuar sus estudios. En el caso de aquellos con estudios primarios, la inactividad está más ligada a factores familiares que a la formación . El dosier del Observatorio se completa con un informe sobre la discreta acogida del programa de Garantía Juvenil promovido por el Consejo Europeo. En este sentido, en España, sólo un 38% de los inscritos ha encontrado empleo o formación tras seis meses de estar registrados. Además, los jóvenes con menor formación son los que menos se registran como demandantes de empleo, mientras que quienes han cursado la ESO son los que más acuden a las oficinas de empleo y también los más beneficiados por la aplicación de la Garantía Juvenil.

La Organización de Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) apunta en un informe que en 2016 la carga fiscal sobre un salario medio en los países miembros disminuyó 0,07 puntos. El peso fiscal, que incluye el impuesto sobre la renta y las cotizaciones sociales, alcanzó el 36% de los costes de la mano de obra, pero con diferencias entre países. En el caso de España, se situó por encima de la media ya que el peso fiscal supuso en 2016 un 40,2%, 0,09 puntos superior a 2015. Las cotizaciones sociales pagadas por las empresas españolas supusieron un 23%, frente al 14,4% de media en la OCDE, y las asumidas por los asalariados un 4,9%, frente al 8,2% en la OCDE.

La OCDE también publicó esta semana la estadística sobre desempleo. La tasa de paro del conjunto de los 35 países más desarrollados se mantuvo estable en el 6,1% en febrero y la de empleo en el 67%. su nivel máximo en la serie histórica, iniciada en el primer trimestre de 2005, lo que supone un aumento de siete décimas en comparación con el año anterior y de seis décimas respecto a su nivel más alto en 2007.

En España, la tasa de empleo se situó en el 59,6% en 2016 (aún por debajo de países como México), aún cuando supone su nivel más alto desde 2009 y 0,8 puntos más que en el año anterior. En el último trimestre, el incremento fue de 0,4 puntos más que el trimestre anterior y 0,5 puntos más que en el mismo periodo de 2015, hasta el 60,1%.Los mayores aumentos de la tasa de empleo en el 'Club de los países ricos' fueron los de Hungría (2,8 puntos porcentuales más), Nueva Zelanda y República Checa (+2,2 puntos ambos) e Islandia (+2 puntos).

Por su parte, la tasa de empleo juvenil de la OCDE, que toma como referencia las edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, se situó en el 40,8%, 0,6 puntos más que en 2015. La cifra es la misma para el último trimestre, que no varía respecto al tercero de ese año pero sube 0,3 puntos respecto al mismo periodo del año anterior. En España, la tasa fue del 18,4% (+0,5 puntos), el mismo nivel que se alcanzó en 2012. Se sitúa así como el tercer país con la tasa más baja, por detrás de Grecia (13%) e Italia (16,6%). Por su parte, los países con mayores tasas de empleo juvenil fueron Islandia (77,6%), Suiza (62,2%) y Países Bajos (60,8%).

España es el tercer país, por detrás de Lituania e Italia, donde más se redujo el desempleo en febrero, hasta un 18%, aunque la institución alertó sobre el alto nivel de paro en Grecia, España e Italia.  La progresión en España se debió íntegramente al descenso del paro (su contribución fue de 1,7 puntos porcentuales), ya que al mismo tiempo la población activa se redujo (tuvo un impacto negativo de 0,2 puntos sobre la tasa de empleo).Durante 2016, los ascensos más pronunciados en la tasa de empleo se dieron en Hungría (2,8 puntos porcentuales), República Checa (2,2 puntos), Islandia (2 puntos), Irlanda (1,8 puntos), Bélgica (1,7 puntos), Portugal (1,7 puntos) y España (1,5 puntos).

Por el contrario, en México la tasa de empleo  bajó hasta en el 61 %, mientras que en el conjunto de la OCDE era del 67,2 % a finales del pasado año, tras subir dos décimas entre octubre y diciembre. En el cuarto trimestre, sólo se registró una caída en otros seis países miembros: Noruega (cuatro décimas al 73,9 %), Dinamarca (tres décimas al 74,5 %), Grecia (dos décimas al 52,1 %), Estonia (dos décimas al 72,1 %), Chile (una décima al 0,1 %) y Australia (una décima al 72,3 %).En el extremo opuesto, se constataron incrementos de hasta un punto porcentual en Eslovenia (al 66,6%), de ocho décimas en Luxemburgo (al 66 %) y en Hungría (al 67,5%), y de siete décimas en Suiza (al 81,3 %).

También fueron significativos los incrementos en la tasa de actividad en esos tres meses en Canadá (cinco décimas al 72,9 %), España (cuatro décimas al 60,1 %), o en el conjunto de la zona euro (dos décimas al 65,7 %).España siguió con ese 60,1 %, con uno de los niveles más bajos de la OCDE. Por debajo únicamente estaban Turquía (50,5 % de personas con empleo entre el grupo de 15 a 64 años), Grecia (52,1 %), Italia (57,3 %) y México (61 %).

Visión ultraliberal de la fiscalidad

Los medios españoles han comentado las comparaciones de fiscalidad, aunque sin relacionarlas con las de empleo. "Todos tranquilos: hay 14 países donde se pagan más impuestos sobre el salario que en España. Ésa ha sido la conclusión de algunos medios tras leer el informe de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) sobre la presión fiscal de los trabajadores", resumió el periodista Carlos Cuesta en El Mundo.  "Es decir, que por mucho que no haya manera de ahorrar en España, no pasa nada, porque la OCDE ha constatado que, cuando no podamos pagar las clases de inglés de nuestros hijos, dotar un plan de pensiones, o costear una universidad donde de verdad enseñen a los jóvenes a ganarse la vida, siempre podremos mirar a nuestros vecinos más industrializados y pensar: calma, mal de muchos.

Sin embargo, algunos analistas ultraliberales como Juan Ramón Rallo juzgan la mayoría de las conclusiones fiscales esencialmente eurocéntrica (y, especialmente, unioneurocéntrica): una vez escapamos del contexto continental, la posición de nuestro país deja de parecer tan fiscalmente modosita. En concreto, la cuña fiscal española es un 50% mayor que la de países como Irlanda y Australia, prácticamente el doble de la de Corea del Sur, Israel, Suiza o Nueva Zelanda, y más de cinco veces superior a la de Chile. Pero añade Rallo que este argumento es falaz: la renta per cápita media de todos los países con una cuña fiscal superior a la de la OCDE es la misma que la de los países con una cuña fiscal inferior a la de la OCDE (alrededor de 42.500 dólares en poder adquisitivo equivalente).

"Aunque es verdad que muchos países pobres tienen impuestos relativamente bajos —pues son incapaces de crear una administración tributaria capaz de contrarrestar la economía sumergida que se desata a poco que incrementan la tributación—" opina Rallo, no es en absoluto cierto que todo país rico deba aumentar los impuestos: ni es una necesidad lógica ni una regularidad empírica. Dentro de la OCDE, por ejemplo, nos topamos con países como Israel (36.900 dólares de renta per cápita y 22,1% de cuña fiscal), Nueva Zelanda (37.500 dólares; 17,9%), Japón (40.800 dólares; 32,4%), Reino Unido (42.200 dólares; 30,8%), Canadá (44.200 dólares; 31,4%), Australia (47.200 dólares; 28,6%), EEUU (56.500 dólares; 31,7%), Suiza (63.000 dólares; 21,8%) e Irlanda (70.800 dólares; 27,1%) que disfrutan de una mayor renta per cápita y de una menor cuña fiscal que España (35.200 dólares; 39,5%). Podríamos ser más ricos y flagelarnos con menores impuestos. En definitiva, España sí es un infierno fiscal y lo es como consecuencia de haber importado la socialdemocracia europea. Es decir, España es un infierno fiscal y la mayor parte de Europa también lo es. Afortunadamente, es fácil comprobar que existen alternativas a parasitar con tanta violencia a los ciudadanos: existen otros países mucho más prósperos que nosotros y con una cuña fiscal sobre los salarios mucho más reducida. Empecemos por copiarlos y, una vez lo hayamos logrado, sigamos devolviéndoles a los ciudadanos las competencias autoorganizativas que durante décadas les ha ido arrebatando el Estado."

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