Una comisión parlamentaria británica investiga ahora ese informe de la ONU de 2001 mantenido en secreto que acusaba a miembros de 15 ONGs de pedir sexo a cambio de comida a niños refugiados, informó AFP. Según el diario The Times. el documento, de 84 páginas, fue elaborado para Save the Children y la Agencia de la ONU para los Refugiados (En busca de gratificación y protagonismo que otorga la red) por un equipo de investigadores que visitaron campos de refugiados en Guinea, Liberia y Sierra Leonae n 2001. Dicho documento ha identificado a más de 40 organizaciones de ayuda "cuyos trabajadores mantenían relaciones de explotación sexual con niños refugiados ".
Tan solo se publicó, en 2002, una versión resumida del informe, aunque no nombraba a las 15 organizaciones con miembros implicados. Entre estas quinces, está ACNUR, el Programa Mundial de Alimentos y las organizaciones benéficas británicas Save the Children y Merlin. También se mencionan en el informe ONGs internacionales como Médicos sin Fronteras, Care International, el Comité Internacional de Rescate, la Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y el Consejo Noruego para los Refugiados
Según el informe, del que The Times obtuvo una copia, algunos miembros de estas organizaciones "usaban la ayuda humanitaria y los servicios destinados a beneficiar a los refugiados como herramienta de explotación". La comida, pero también el carburante, o incluso el acceso a las escuelas, se cambiaba por favores sexuales.
Los detalles de las denuncias contra 67 personas se transmitieron a altos funcionarios de ACNUR "en listas confidenciales". Según The Times, menos de diez fueron despedidos y ninguno fue denunciado.
Una copia del informe está siendo actualmente estudiada por la comisión parlamentaria británica que investiga los abusos sexuales de integrantes de ONGs después de que trascendiera que miembros de Oxfam los cometieron en Haití tras el terremoto de 2010.
Este documento "es muy importante para nuestra investigación", estimó la diputada conservadora Pauline Latham, en declaraciones a The Times. "Muestra que el sector humanitario tuvo problemas durante muchos años y que no consiguió resolverlos por sí solo".
A preguntas de la agencia France Press,, el IRC explicó que había "despedido a empleados locales cuya implicación se confirmó", mientras que el NRC aclaró que echó a un trabajador suyo en Sierra Leona.
El informe fue desautorizado públicamente por Ruud Lubbers, el entonces alto comisionado de la ONU para los refugiados, que le dijo a CNN: "Tenemos que encontrar pruebas concretas. Es muy escaso. La idea de una explotación sexual generalizada por parte de trabajadores humanitarios, creo que simplemente no es una realidad".
Confrontada con el informe, ACNUR ha subrayado que tiene "una política de tolerancia cero" con los abusos.