Estos son algunos de los mensajes clave del informe Poverty and Shared Prosperity 2020 (Pobreza y prosperidad compartida 2020), publicado por el Banco Mundial, segun el cual la pobreza extrema será un fenómeno que afectará predominantemente a África en la próxima década.Si bien este cambio fue producto de la COVID-19, dice que sus efectos se ven intensificados por los conflictos armados en algunas economías y por el creciente impacto del cambio climático a nivel mundial.
En este informe se presentan nuevas evidencias de que la crisis está reduciendo drásticamente los ingresos y el bienestar de personas que ya eran pobres, al tiempo que está empobreciendo a decenas de millones más que, en muchos casos, se diferencian del primer grupo, lo que reviste importancia a la hora de formular políticas de respuesta. En general, los nuevos pobres tienden a concentrarse más en las zonas urbanas que los pobres crónicos y a trabajar en actividades no agrícolas ni ganaderas, en sectores como los servicios informales, la construcción y la manufactura. Los nuevos análisis incluidos en el informe muestran que la crisis ha reducido rápidamente la prosperidad compartida y amenaza con ampliar de forma duradera la desigualdad de ingresos en muchos entornos, lo que disminuirá la movilidad social a largo
Las últimas estimaciones de la pobreza (i) indican una desaceleración en la reducción de la pobreza mundial para 2017, confirmando la tendencia de los últimos años. Una de las razones que explica esta tendencia es el ritmo más lento de reducción de la pobreza en África al sur del Sahara en comparación con otras regiones.
Si bien el número de personas pobres disminuyó en muchas regiones, sobre todo en Asia oriental y el Pacífico, y en el último tiempo en Asia meridional, no se produjo una reducción en África al sur del Sahara, donde la tasa de pobreza regional se mantuvo por encima del 40 % en 2017. De hecho, el número de personas que viven en la pobreza extrema en África al sur del Sahara aumentó de 416 millones en 2015 a 431 millones en 2017, a pesar de una pequeña reducción en la tasa de pobreza en la región. África al sur del Sahara representa el 63 % de la población mundial pobre como consecuencia de este aumento del número de personas en situación de pobreza extrema. En Oriente Medio y Norte de África también se registró un crecimiento de la cantidad de pobres en los últimos años, impulsado en gran parte por las economías de la región afectadas por conflictos.
Evolución de la pobreza extrema del mundo hasta 2017 según el Banco Mundial