1.- ¿Qué consecuencias positivas y negativas creéis que tendrá sobre los estudiantes españoles la convergencia Europea?
Una posible consecuencia positiva es la adaptación de los métodos de docencia para amoldarlos a un sistema en que el alumno gane en autonomía y la clase magistral se reduzca en beneficio de otros métodos más efectivos y pedagógicos.
Entre las muchas consecuencias negativas que posiblemente se avecinan destacaría la elitización de buena parte del sistema de educación superior (ya que los precios de los postgrados no son públicos e imponen una barrera económica a parte de la sociedad), la más que probable desaparición de ramas del conocimiento y la adaptación de planes de estudio a las demandas del mercado laboral, en detrimento del conocimiento como un bien en sí mismo y de la demanda social real.
2.- Como estudiantes, ¿creéis que la apertura a Europa incrementa vuestras opciones laborales o por el contrario, lo que incrementa es el nivel de competencia?
Ampliará el mercado laboral, pero previsiblemente no mejorará las condiciones de trabajo. La idea es permitir una buena movilidad del factor trabajo, pero descuidando las implicaciones sociales que la precariedad laboral tiene sobre los ciudadanos. En nuestro país, el nuevo modelo universitario busca maximizar la eficacia que se da a los fondos públicos destinados a educación superior, produciendo titulados en poco tiempo y con altas capacidades para adaptarse a puestos de trabajo volubles y a un mundo en que parece importar más las competencias personales que los conocimientos adquiridos, que quedan relegados a un segundo plano.
Naturalmente la competencia laboral aumentará al ampliarse el mercado, lo que por lo general suele producir un efecto pernicioso para los titulados.
3.- ¿Se está dando la suficiente información a los estudiantes en vuestra universidad sobre el proceso de adaptación?
En absoluto; la información que puede estarle llegando a los estudiantes se limita a las apariciones ocasionales del EEES en prensa -normalmente ligadas a protestas o asuntos específicos, con lo que el alumnado es incapaz de formarse una idea global- y la que ofrecemos desde nuestra asociación, que naturalmente tiene un alcance limitado.
4.- En general, ¿qué percepción tienen los universitarios españoles del EEES?
En gran medida, el alumnado entiende este tipo de reestructuraciones como sucesos asépticos, sin pararse a pensar que detrás existen motivaciones claras y un nuevo modelo de universidad con unos objetivos posiblemente contrarios a sus intereses, y al interés general. Conforme aumenta el grado de información aumentan también los recelos y las preocupaciones de los estudiantes.
5.- ¿Se puede decir que la convergencia incrementará la calidad de la formación en vuestra universidad?
No; al reducir el número de años de las titulaciones y reestructurar los planes de estudio de forma que provean al estudiante de una formación generalista y poco profunda se está dinamitando lo que entendemos por calidad de la docencia de un sistema universitario público.
