El maquinista del tren que descarriló el miércoles en Santiago, Francisco José Garzón Amo, quedó anoche en libertad con cargos, tras declarar ante el juez y ser inhabilitado profesionalmente, pero la política de reputación de Renfe y la mala gestión de los de servicios de la Xunta gallega que encabeza Feijó amenazan con hacer perder a las empresas españolas vinculadas al AVE contratos billonarios durante los próximos años.
El letrado que asiste a Garzón le fue proporcionado por Renfe y sufragado por la aseguradora de la empresa ferroviaria, de acuerdo con lo establecido en el convenio colectivo. Esta situación podría provocar un conflicto de intereses, toda vez que en el procedimiento judicial tendrá que dirimirse si hay responsabilidad civil de la compañía y un eventual pago de indemnizaciones, en un accidente cuya importancia económica trasciende a la habitual, pues está en juego la imagen de España y del AVE. De ahí que algunos medios dan por pinchada la burbuja del AVE, como EL PAIS y EL PERIODICO.
Tras imputarle en la causa abierta por el siniestro en que hasta el momento han fallecido 79 personas, el juez decretó su inhabilitación profesional, le retiró el pasaporte y le impuso la obligación de comparecer semanalmente en sede judicial. El conductor del tren, al que la Policía había detenido el pasado jueves y acusado de homicidio por imprudencia, se negó a declarar entonces ante los agentes. Ayer sí lo hizo en los juzgados de Santiago y admitió haber cometido una imprudencia -un "despiste", según destaca EL PAÍS en su portada.
En su declaración judicial, que comenzó a las ocho de la tarde, Garzón reconoció que entró a 190 kilómetros por hora en la curva de Angrois, un tramo limitado a 80 km/h, lo atribuyó a "un despiste" y afirmó que esa fue la razón del descarrilamiento. El maquinista no se quejó del trazado, las condiciones de la vía o el estado del tren. El juez le imputa 79 delitos de homicidio y una pluralidad de delitos de lesiones, todo ellos cometidos por imprudencia profesional. Oída la explicación del detenido, el fiscal renunció a pedir la prisión provisional y reclamó las medidas cautelares acordadas por el juez.
Según informa EL MUNDO, nada más llegar Francisco José Garzón al juzgado se realizó una diligencia relacionada con su teléfono móvil, ya que no se descarta que pudiera estar hablando por teléfono en el momento del accidente. Fuentes de la investigación han revelado que, a la hora de redactar el atestado, se ha tenido en cuenta su perfil de Facebook. En concreto, una fotografía que compartió en 2012 al lado del velocímetro que marcaba 200 kilómetros por hora. Los investigadores consideran que ese dato podría ser una muestra de la personalidad del detenido que no se puede obviar a la hora de valorar las causas del accidente y su posible responsabilidad en el mismo.
79 fallecidos
Ayer se conoció la muerte de una mujer herida en el accidente del tren que se encontraba hospitalizada en estado crítico. Con el fallecimiento de esta ciudadana estadounidense se eleva a 79 el número de víctimas mortales. Ayer también se supo que un joven de 15 años abandonó la unidad pediátrica de cuidados intensivos del hospital de Santiago.
Los Príncipes y la infanta Elena presidirán hoy el funeral oficial por las 79 víctimas del accidente ferroviario que se celebrará a las 19 horas en la catedral de Santiago de Compostela. Será oficiado por el arzobispo de Santiago, Julián Barrio, y contará con la presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y los ministros de Interior, Jorge Fernández Díaz; Fomento, Ana Pastor, y Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón. Además del presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, también asistirán mandatarios de otras comunidades autónomas y el líder de la oposición, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Feijóo defiende la respuesta
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, salió ayer al paso de las numerosas críticas para defenfer el operativo de emergencias que coordinó su gobierno desde el primer momento del accidente. Dijo que Galicia envió un "mensaje de buen hacer, solidaridad y rigor en el operativo". Sus declaraciones se producían después de que EL PAÍS publicara el informe confidencial con los partes oficiales del servicio de emergencias 112 de la Xunta.
Según los expertos consultados por este diario, las autoridades tardaron demasiado -dos horas- en decretar el estado de alerta 2, requerido para un siniestro de la magnitud del ocurrido el pasado día 24. Esos partes revelan además que dos helicópteros movilizados no llegaron a despegar, uno porque estaba averiado y el otro por la niebla que había, además de otras situaciones que revelaban descoordinación.
