Para aplicar la medida, según publica el Diario Palentino, se creará una Comisión Mixta de Evaluación, integrada por responsables de la Consejería y de las cuatro universidades (Salamanca, León, Burgos y Valladolid). Este grupo de trabajo identificará las materias comunes de los ciclos de FP de Grado Superior y las titulaciones universitarias con las que tengan vinculación, al tiempo que determinará las asignaturas y el número de créditos homologables.
La Comisión podrá estudiar y proponer actuaciones vinculadas a esta actividad, que la complementen o faciliten su puesta en práctica, tales como tutorías, cursos u otras medidas de carácter académico o de orientación, con el fin de facilitar al alumnado la transición y adaptación a los estudios universitarios relacionados.
Con el objetivo de permitir a los titulados en FP compaginar su formación universitaria con un puesto de trabajo, las universidades serán flexibles en el número de créditos obligatorios en los primeros cursos. De este modo, no tendrán que matricularse del mínimo de 60 créditos fijados para el resto de alumnos.
Del mismo modo, el convenio pretende aunar recursos humanos y materiales, de modo que puedan existir instalaciones comunes para los dos sistemas formativos e incluso que el profesorado de uno pueda impartir lecciones como invitado en el otro.
“De este modo, nos estamos aproximando al mejor sistema de Formación Profesional del mundo, que es el sistema alemán”, destacó el consejero de Educación, Francisco Javier Álvarez Guisasola, quien explicó que el acuerdo se enmarca dentro del II Plan de Formación Profesional de Castilla y León 2007-2010, aprobado recientemente, y dentro del reto que supone la integración en el Sistema Europeo de Educación Superior.
Aunque la entrada en vigor del convenio dependerá del nivel de desarrollo de las distintas universidades, los cuatro rectores coincidieron en resaltar su importancia por cuanto era una “demanda de la sociedad desde hace tiempo”, como expuso José Ramón Alonso, rector de la Universidad de Salamanca, y porque “se echaba en falta la continuidad entre sistemas”, tal y como apuntó el rector de la UBU, José María Leal.