Los investigadores chilenos, encabezados por el doctor Juan Asenjo, de la Universidad de Chile, están ya realizando pruebas en animales, como fase previa para comenzar el tratamiento en seres humanos a partir de 2012.
"La terapia ya ha sido probada en ratas genéticamente alcohólicas, en las que se logró disminuir la adicción en más de un 50% y en uno o dos años comenzarán las pruebas en humanos", señaló Asenjo.
"Si los resultados en humanos son igual de exitosos que lo que hemos observado en animales, bastaría con que el paciente se inyectara una vez al mes para comenzar a sentir los síntomas por un periodo prolongado, lo que desactivaría la adicción", añadió.
El tratamiento se basa en una mutación genética que posee el 20 por ciento de la población asiática, que es intolerante al alcohol. Los síntomas de rechazo se deben a la falta de un gen que se encarga de producir la enzima aldehído deshidrogenasa, que metaboliza el alcohol en el organismo.
La futura vacuna buscará inhibir la enzima aldehído deshidrogenasa, que provoca un efecto semejante a la que experimenta una parte de la población asiática, incrementando los mareos, las náuseas y la vasodilatación en los adictos.