Aunque, según publica El Periódico de Aragón, todavía no se ha elaborado ninguna propuesta en firme, los planes del rectorado pasan por modificar la normativa de permanencia en la universidad. Y esto supone, forzosamente, desligarla del criterio de convocatorias. Experiencias semejantes ya se han realizado en otros campus. Consisten en ligar las estancias a otros elementos como la dedicación, parcial o total, que tiene cada alumno o restringir a un número de años el plazo para realizar una titulación.
"Sabemos que nos encontraremos con la oposición de algunos sectores, pero hay que tener en cuenta que el 80% de lo que cuesta la matrícula de un estudiantes procede de la sociedad. Queremos que el tiempo se aproveche", explica en dicho diario Fernando Zulaica, vicerrector de Estudiantes de la Universidad de Zaragoza.
Ahora, el número de convocatorias que regulan la permanencia en esta universidad es de seis, el máximo permitido por la legislación. En la quinta y la sexta los alumnos son examinados ante un tribunal. Además, en los estatutos se recoge el derecho de los estudiantes a presentarse a dos convocatorias por curso. Siempre teniendo en cuenta que la no presentación a examen equivaldrá a renuncia de convocatoria de forma que solamente se contabilizará a tales efectos las convocatorias que en expediente académico figuren como calificadas, y no aquellas referidas con la anotación ´No presentado´.