viernes,19 agosto 2022
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Ana María López, del Instituto Lawrence R .Klein de la UAM:

«La Universidad debe reinventarse, atender avances, desarrollarlos, y ser más activa en innovación»

Redacción
En un articulo sobre "Transformación digital e innovación global en la Universidad 4.0" que incluye el monográfico sobre "Globalización 4.0" de la revista "Economistas", Ana María López, investigadora del Instituto Lawrence R. Klein de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), resalta que la Universidad debe reinventarse, atender avances científico-tecnológicos, desarrollarlos, y ser más activa en innovación". López fue durante varios mandatos decana de la Facultad de Ciencias Económicas UAM.

Uno de los mensajes principales de la experta en nueva economía, en cuyo estudio el Instituto Lawrence R. Klein es uno de los referentes mundiales así como en predicción económica, es que es ante la actual ola de industrialización 4.0 y globalización, es preciso adaptarse y potenciar resiliencia y adaptación al cambio universitario. "La Universidad ha de reinventarse permanentemente para poder responder mejor a las necesidades y desafíos de un entorno siempre cambiante, ser también más activa en la estrategia de innovación e impulsar la innovación digital en la nueva universidad, la Universidad 4.0", dice Ana López, as investigadora del citado Instituto, creado por el catedrático emérito de la UAM Antonio Pulido, quien falleció hace unos días trasd dirigró este monográfico de Economistas, la revista con impacto académico más difundida en España, pues la reciben cerca de 50.000 economistas colegiados.

"Esta reinvención pasa por prestar atención a los avances científico-tecnológicos, desarrollarlos, asumirlos y ser más activa en la estrategia de innovación", indica la investigadora en otro de sus mensajes. Su idea es que necesitamos una revolución similar a la que se registra actualmente en otros sectores en la educación superior (por supuesto, también en niveles previos de enseñanza, pues la educación ha de configurarse como un proceso permanente, diseñando currículos de formación y trayectorias continuas).

Se trata no sólo de satisfacer las necesidades de la sociedad –ciudadanía, empresas y gobierno–, que a fin de cuentas invierten en la educación superior (especialmente en la universidad pública), sino también garantizar la mejor experiencia posible y formación de los estudiantes, además de optimizar el desarrollo de los procesos de aprendizaje y el uso de las instalaciones de forma más eficiente y productiva.

Las universidades también deben proporcionar a los alumnos las habilidades y los conocimientos que necesitan para un futuro muy diferente, situar al estudiante en el centro del ecosistema y cambiar el enfoque desde la enseñanza al aprendizaje activo (from teaching to learning).

Más allá de las voces que abogan por un nuevo marco legislativo universitario, algunas áreas de actuación e iniciativas correspondientes ya están implementadas en muchas universidades, aunque pueden requerir algún tipo de adaptación a nuevas herramientas tecnológicas.

El marco señalado plantea una Universidad 4.0 como un sistema académico abierto, donde la comunidad local y la sociedad se convertirían en parte del ecosistema. La interacción entre la universidad, la industria y la sociedad tiene que convertirse en una plataforma viva con la difusión de ideas, conocimientos y necesidades de cada una de ellas atendidas por las otras. Debemos considerar que el verdadero desafío de la Universidad del futuro es potenciar la capacidad de resolver problemas reales, generando el conocimiento necesario y el espíritu crítico que aporte soluciones.

Otros mensajes que resúmen el nº 165 sobre  Globalización 4.0 son los que siguen:

  • Dentro de una globalización que avanza al desbordar interconexiones, la tendencia actual es a desglobalizar comercio, capitales y personas (Editorial)

  • Profundas transformaciones sacuden las bases más tradicionales de economía, sociedad, organización, procedimientos y gestión (Antonio Pulido) 

  • Ante un panorama nacionalista, neo-imperial y de rivalidad geoestratégica China-EE.UU, urge en la UE una política exterior sólida (Federico Steinberg)

  • La lucha por la supremacía puede llevar a dos ecosistemas tecno-digitales, económicos y políticos, en buena parte incompatibles (Andrés Ortega) 

  • El orden mundial liberal se tambalea ante medidas proteccionistas, aunque la mayor integración eleva los costes de una guerra y la disuade (Claudia Canals) 

  • La tendencia a desglobalizar incluso en tecnología y finanzas, y una OMC zombi según  EE.UU se retira, complica el escenario (Alicia García Herrero)

  • La aplicación de tecnologías digitales a la energía facilitará reducir las emisiones de CO2 (+43% los últimos 20 años) (Silvia Iranzo Gutiérrez) 

  • La globalización futura y sus “telemigrantes”, mejor si la demoramos, será sobre lo que hacemos, no tanto lo que fabricamos (Richard Baldwin)

  • Sustituir empleo y tareas es diferente. Invención y nuevas máquinas siempre elevaron empleos, pero la 4ª revolución industrial costará (Manuel Hidalgo) 

  • La digitalización potencia empleos de calidad y mejoras junto a riesgos de aumentar las desigualdades (Mónica Melle Hernández)

  • La sustitución de trabajos manuales y de cuello blanco ha comenzado y es global: En España afectará a uno de cada dos empleos(Jacinto García)

  • Las modificaciones del mercado de trabajo por innovaciones tecnológicas que se vislumbran pueden ser profundas (Juan Francisco Jimeno Serrano)

  • España ha de posicionarse como uno de los actores de innovaciones asociadas inteligencia artificial y otras tecnologías (Elena Pisonero)

  • La posición innovadora internacional de España hace necesario adaptar el sistema educativo a la sociedad digital (Alicia Coronil y Rafael Pampillón)

  • España invierte poco en I+D y en investigadores sobre empleo total, lo que dificulta afrontar la revolución digital(Javier Andrés y Rafael Doménech)

  • Cambia cómo individuos, empresas e instituciones se relacionan con otros, hacia una nueva fase de cooperación (Antonio Grasso y Linda Grasso)

  • Europa no hizo política industrial mínima en medio siglo y queda ahora entre dos bloques antagónicos (EE.UU y China) que sí la hicieron (Xavier Ferràs)

  • El único profesional con éxito es el “socialnetworker”, caracterizado por elevada capacidad de autoaprender en red (Virginio Gallardo).

    Se reparten las cartas de nuevo en el juego global. La G 4.0 podría ser llave para mejorar asuntos globales complejos (Juan Pedro Moreno) 

 

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