Es más, España ha sido pionera y se encuentra entre los países más activos de la UE en materia de adopción de software de fuentes abiertas en las distintas administraciones públicas. Diversas fuentes de información muestran cómo nuestro país cuenta con un buen número de iniciativas que han merecido la atención del entorno europeo. Entre ellas destacan los proyectos Gnu/Linex, Guadalinex, Guadalinfo, Linkat, Ayuntamiento de Zaragoza, Lliurex, MAX, MedusaX, etc.
En esta misma línea, el informe señala que España se encuentra a la cabeza de los países europeos en materia de legislación que promueve la utilización de software de fuentes abiertas para favorecer la interoperatividad entre sistemas informáticos. Así, por ejemplo, encontramos la propuesta de Recomendaciones a la Administración General del Estado sobre Utilización de Software Libre y de Fuentes Abiertas, la Ley de Acceso Electrónico de los Ciudadanos a los Servicios Públicos, la Ley de Medidas de Impulso de la Sociedad de la Información y el Decreto de la Junta de Andalucía requiriendo explícitamente la implantación de sistemas que utilicen el software libre en su sistema educativo y otorgando preferencia a su uso en otros ámbitos.
Sin embargo, la penetración del software libre es muy distinta en los diferentes niveles de la administración, entre las comunidades autónomas e, incluso, dentro de los diversos sectores de la administración pública española. A nivel autonómico, la Junta de Extremadura fue pionera en la puesta en marcha de este tipo de iniciativas. Esta experiencia fue seguida más tarde por la Junta de Andalucía.
El sector educativo es uno de los más activos en los que se están adoptando software de fuentes abiertas en las administraciones públicas. Los proyectos educativos son los más destacados en cuanto al número de equipos instalados, representando aproximadamente un 95% del total de sistemas contabilizados, así como el número de usuarios con más de 1,2 millones de personas.
Las principales ventajas que se perciben del uso del software libre es el ahorro en el coste de adquisición de licencias, la independencia de proveedores, la posibilidad de crear una comunidad en torno al proyecto y la facilidad para adaptar los programas a requisitos específicos.