En concreto, los expertos del Grup de Relativitat i Cosmologia del Departament d´Astronomiai Astrofísica de
Sáez explicó que el objetivo de Planck es medir la temperatura y el estado de polarización de la radiación de fondo de microondas y que para ello su grupo ha creado diversos códigos para contribuir al análisis, complejo y de tipo estadístico, de los mapas que se elaborarán a partir de les temperatures corresponents a millones de direcciones.
Esta radiación, que llena el universo, es de la misma naturaleza que la luz visible, es decir, está formada por partículas sin masa denominadas fotones. Su temperatura se estima mediante radiómetros y bolómetros, que se instalan en los satélites. Sus fotones, que tienen energías que se corresponden con las microondas, se mueven por todo el universo a una velocidad de
El trabajo de los científicos del Grup de Relativitat y Cosmologia, del que también forman parte José Vicente Arnau i Màrius Fullana, ha consistido tanto en la configuración de códigos como en su comprobación, que se ha realizado en colaboración con equipos de Bolonia y Santander. Una vez el Plank haya llegado a su órbita, el trabajo de
*Ilustración que muestra la evolución del universo. Tres minutos después del Big Bang el universo estaba a un millón de grados de temperatura. La materia estaba ionizada y acoplada a la radiación, que no podía viajar libremente por el espacio. Cuando la temperatura bajó a unos 3.000 grados, se formaron átomos neutros; la materia dejó de interactuar con las partículas de radiación elctromagnética -los fotones-, y éstas pudieron liberarse. El universo se llenó de luz. Esto se produjo 380.000 años tras el Big Bang. En la ilustración esta época corresponde a la superficie roja y verde. Fuente: El País.