GABA, que se enmarca en el programa europeo ‘New and Emerging Science and Technology’ (NEST), está dotado con más de un millón y medio de euros, y tendrá una duración de 3 años. El investigador Jordi García Ojalvo, del Departamento de Física y Energía Nuclear del Campus de
Ensayos en
El funcionamiento normal del cerebro humano se basa en una coordinación exquisita de los billones de neuronas que lo forman. Como una orquesta sinfónica, las distintas partes del cerebro de una persona sana operan de forma sincronizada durante cada acto cognitivo que realiza, o incluso mientras duerme. Cuando dicho patrón de sincronización se deteriora o desorganiza a lo largo del ciclo vital o por un proceso patológico, pueden comenzar a aparecer determinados problemas neurológicos. Un claro ejemplo es el deterioro cognitivo leve (DCL) de tipo amnésico, que hace que una persona mayor empiece a tener olvidos o vacíos de memoria leves pero cada vez más frecuentes. Esta sintomatología caracteriza a los años previos al diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer. El proyecto GABA experimentará con grupos significativos de personas sanas y con DCL para tratar de entender los cambios anatómicos y funcionales que sufre el cerebro humano durante los años previos a la enfermedad de Alzheimer.
Uno de los objetivos del proyecto consiste en estudiar cómo la corteza cerebral, una región clave para entender la evolución humana, altera sus patrones de conectividad funcional durante el envejecimiento normal y en pacientes con DCL. Estos experimentos estudiarán los patrones de sincronización durante el ciclo vigilia-sueño y ante tareas cognitivas que comprometen a diferentes regiones de la corteza cerebral, una de las estructuras del sistema nervioso más afectadas por la neurodegeneración que produce la enfermedad de Alzheimer. Estas investigaciones se desarrollarán en el Laboratorio de Neurociencia Funcional de