viernes,19 agosto 2022
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Hacia la integración universitaria universitaria

Las dos caras del Proceso de Bolonia

ibercampus.es/Campus
Un Proceso, dos caras y múltiples interrogantes. Hablamos de Bolonia y de sus consecuencias. Las carreras de cuatro años que se empezarán a impartir en España en el curso académico 2008-2009 como parte de la integración en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES) acercarán la formación universitaria a las demandas de la empresa, lo que facilitará la inserción laboral de los titulados. Pero la otra cara de la moneda es que la menor preparación de los graduados podrá condenarlos a puestos intermedios y a ser pasto del omnipresente ´mileurismo´.

La aprobación de la LOU por parte del Gobierno ha permitido saber cómo serán las carreras universitarias en los próximos años y cómo prevé nuestro sistema educativo adaptarse a la convergencia europea. Según marca el Proceso de Bolonia, las carreras tendrán una duración de cuatro años y se hará hincapié en el aprendizaje de esas destrezas y habilidades que tanto demanda el mundo de la empresa a los titulados universitarios. Es decir, conocimiento de idiomas, competencias informáticas, capacidad de toma de decisiones, trabajo en equipo, etc.

Y es que de esos cuatro años que durarán las titulaciones (120 créditos), 60 deberán estar dedicados a una serie de materias básicas cuyo objetivo es paliar la escasa formación con la que llegan muchos alumnos desde el Bachillerato. Los planes de estudios también podrán consagrar hasta 60 créditos más a prácticas en empresas y entre seis y 30 a un proyecto de fin de carrera. A los estudiantes se les podrá convalidar, además, un máximo de seis créditos por actividades culturales, deportivas, de representación, etc.

Sin embargo, según publica Campus, la Conferencia de Rectores no está del todo de acuerdo con esta normativa:”la regulación fragmentada de los tipos de actividades formativas como el trabajo fin de máster o las prácticas externas puede suponer una excesiva restricción de los contenidos fundamentales de los títulos y sería más recomendable establecer un límite global para el conjunto de esas actividades y prescindir de regulaciones innecesarias como la de la optatividad», denunció en su Asamblea General del lunes.

El temor de los expertos está también en que al comprimir licenciaturas de cinco años en cuatro, los graduados tengan un nivel inferior que les haga perder capacidad en el mercado laboral.

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