El trabajo de la Comisión Europea sigue su curso a pesar de los muchos interrogantes que han dejado los resultados de las elecciones sobre todo en lo referido a quiénes ocuparán los puestos claves de las instituciones europeas. En las próximas semanas y meses se vivirá una vorágine de negociaciones, filtraciones y posicionamientos que pueden invitar a pensar que existe un cierto impasse en el normal funcionamiento de la Unión. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la Unión Europea tiene su propia inercia y autonomía y sigue desempeñando sus poderes diariamente. Esa labor recae especialmente en la institución más burocrática, la Comisión Europea. En este sentido, la maquinaría de la Comisión no ha parado de funcionar y como ejemplo la importante adopción el pasado 1 de junio de las Recomendaciones Específicas por Estado Miembro para 2014.
El Semestre Europeo es el ciclo anual de coordinación de las políticas económicas entre las instituciones europeas y los Estados Miembros. Ante la asunción de que para superar la crisis económica se requiere una mayor coordinación de las políticas nacionales se estableció este mecanismo que funciona con un calendario específico basados en el open method of coordination que se regula en los Tratados. Este mecanismo conlleva un proceso anual con algunos momentos y productos clave como se explica más abajo.
Así pues, cada año en el mes de enero la Comisión Europea publica la Encuesta Anual sobre el Crecimiento (Annual Growth Survey) que analiza una serie de indicadores de la evolución de la situación económica. Por primera este año, la Encuesta Anual sobre el Crecimiento también presenta una sección sobre indicadores sociales y de empleo. Los temas que trata son:
· Saneamiento presupuestario.
· Condiciones de préstamo a la economía.
· Crecimiento y competitividad.
· Situación del desempleo.
· Modernización de la administración pública.
· Indicadores sociales y de empleo (por ejemplo, la tasa de riesgo de pobreza).
A partir de ese documento, los Estados Miembros elaboran sus Programas Nacionales de Reforma. En este documento, cada país identifica las reformas que se plantean poner en marcha durante el próximo año. La Comisión Europa analiza los Programas Nacionales de Reforma y publica a primeros de junio las Recomendaciones Específicas para cada Estado Miembro en las cuales se analiza pormenorizadamente los programas de reformas económicas y estructurales de los Estados miembros y les ofrece sus recomendaciones para los 12-18 meses siguientes. Estas Recomendaciones son posteriormente aprobadas por el Consejo europeo durante el mes de julio.
En el siguiente gráfico se puede observar los diferentes hitos de este ciclo, su calendario y el papel de las diferentes instituciones europeas:

Fuente: Lobby Europeo de Mujeres ‘Tickling clocks: Alternative 2012 Country-Specific Recommendations to strenthen women’s rights and gender equality in the Europe 2020 Strategy’, 2012.
En lógica con el calendario explicado, el pasado 1 de junio la Comisión Europea ha publicado las Recomendaciones Específicas para cada Estado Miembro. Para el caso de España debido a su difícil situación económica es uno de los países que más recomendaciones ha recibido. Su Programa Nacional de Reformas fue presentado el 30 de abril de 2014 y en base su análisis y la evolución de los indicadores socio-económicos, la Comisión Europea ha elaborado ocho recomendaciones. Las principales recomendaciones ligadas al mercado de trabajo son las siguientes:
· Se recomienda impulsar nuevas medidas para reducir la segmentación del mercado de trabajo:
o Reducir el número de tipos de contratos.
o Reforzar los requisitos de búsqueda de empleo para la percepción de las prestaciones de desempleo.
o Acelerar la modernización de los servicios públicos de empleo para que presten un asesoramiento personalizado eficaz y formación adecuada, con especial hincapié en los parados de larga duración.
· Se pide adoptar antes de finales de 2014 una reforma fiscal completa que simplifique el sistema impositivo. Además, se pide reducir las cotizaciones empresariales a la seguridad social.
· Respecto al empleo juvenil, se incide en la aplicación de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016. Además, se pide mayor esfuerzo para proporcionar ofertas de empleo de buena calidad, contratos de aprendizaje y periodos de prácticas para jóvenes y mejorar el acercamiento a los jóvenes desempleados no registrados, en línea con los objetivos de la Garantía Juvenil.
· Se propone aprobar una reforma de los servicios profesionales y de las asociaciones profesionales antes de finales de 2014, dirigida a preservar la unidad de mercado y promover mayor liberalización.
El Semestre Europeo ha recabado bastante críticas en estos primeros años de funcionamiento. Se critica que está sirviendo para extender las medidas de austeridad y de recorte del gasto público principalmente entre los países del Sur de Europa, si bien se podría afirmar que estas medidas aún no han generado resultados positivos en la economía. Se considera además que los países en mejor situación financiera han utilizado el Semestre para presionar a los países con mayores dificultades de financiación a modificar sus políticas.
Así mismo, se argumenta que el proceso conlleva un déficit democrático: son el Consejo (los Estados Miembros) y la Comisión Europea los protagonistas del Semestre, mientras que el papel del Parlamento Europeo es básicamente testimonial. Por su parte, varias organizaciones de la sociedad civil organizada han criticado la falta de transparencia del proceso. Argumentan que sus organizaciones, en tanto que representantes de diferentes grupos de interés, deberían también tener un rol en este proceso ya que se toman decisiones de enorme relevancia que escapan a la participación de la sociedad.
En resumen, la importancia del Semestre Europeo es evidente, ya que las políticas económicas, sociales o de empleo a nivel nacional están cada vez más influidas por este proceso. Es necesario que la ciudadanía conozca mejor cómo y quién está tomando decisiones que se traducen en reformas en ámbitos tan sensibles como el mercado de trabajo, la política fiscal o el sistema de seguridad social.