El Plan Serra Húnter constituye una de las apuestas más importantes de la Ley de Universidades de Catalunya (LUC), aprobada el pasado mes de febrero, con el objetivo de dotar a las universidades de un cuerpo docente propio. El acuerdo representa la contratación de 100 profesores por cada año en las siete universidades catalanas públicas. Según afirmó el conseller, el acuerdo «marcará lo que la universidad catalana será dentro de 20 años».
De los 1.200 profesores, 400 serán catedráticos y 800, profesores agregados. La distribución será en un 10% igual para todas las universidades y el 90% restante se distribuirá según la magnitud de cada una de ellas, con lo que se tendrá en cuenta el número de créditos por alumno. Para el periodo 2003-2007 se han distribuido 123 profesores contratados para la Universitat de Barcelona, 86 para la Autónoma de Barcelona, 78 para la Politècnica de Catalunya, 35 para la Rovira i Virgili, 29 para la de Girona, 26 para la de Lleida y 23 para la Pompeu Fabra. La distribución fue una propuesta de las propias universidades.
El Plan Serra Húnter también pretende ayudar a la financiación de las universidades catalanas. El rector de la Rovira i Virgili y director de la Associació de les Universitats Catalanes, Lluís Arola, mostró su satisfacción por un acuerdo que «comporta el incremento de las plantillas de los profesores». La Generalitat financiará, como mínimo, el 50% del coste de las contrataciones.El resto irá a cargo de cada una de las universidades, que deberán establecer una «ingeniería de ordenación académica» para asumir el coste, que se gestionará compensándolo con jubilaciones y modificaciones de categorías de profesores, entre otros mecanismos, explicó Arola.
Además, los centros contarán a partir del 2004 con el compromiso de la Generalitat de incrementar en un 30% la financiación de las universidades, y ayudará a la «mala financiación que sufren».
