Las universidades del país deben replantear su rol. A más de formar profesionales deben buscar nuevas iniciativas en investigación, política… que apunten al desarrollo. Así publica el diario ecuatoriano "El Comercio" sobre el encuentro que se realizó en Cuenca
Ese criterio lo defienden los expositores que participan en el Primer Congreso Internacional Universidad, Desarrollo y Cooperación. El conclave que concluye hoy, en Cuenca, reúne a alumnos de Azuay, Guayas, Loja.
Según Patricio Carpio, de la fundación OFIS, solo en Azuay hay 300 ONG, algunas con limitaciones en su accionar. La mayoría de ellas se creó desde la iglesia, pero labora de forma dispersa, sin coordinación entre ellas.
Por eso insiste en que estos organismos necesitan cambios. El principal, menciona, dialogar sobre la función que cumplen en el desarrollo del país.
Asimismo, coordinar, intercambiar experiencias de trabajo, pasar de la dependencia externa al autofinanciamiento, de la ejecución de proyectos pequeños a los macros e involucrar a los centros superiores en su accionar.
Pero lo último depende de la gestión de las universidades. Según Rodas, estos centros se volvieron una especie de claustros académicos. Por eso cree que es hora de involucrarlos en los trabajos de investigación social, económica, política, tecnológica…