La semana pasada, el Gobierno ofreció unos reajustes salariales progresivos para los profesores, que para 2015 acumularían subidas de entre un 24 por ciento y un 45 por ciento según sus categorías.
Sin embargo, la propuesta no contempla una de las principales demandas de los sindicatos, que exigen una profunda revisión de las normas que regulan las carreras y los ascensos en las universidades, a lo que se opone el Gobierno.
La paralización de la actividad de los profesores universitarios es una de las que mantiene un total de 26 sectores de la administración pública brasileña, que en todos los casos exigen mejoras salariales, hasta ahora no atendidas por el Gobierno.
Con distinta intensidad, las huelgas afectan a los ministerios de Salud, Justicia, Trabajo, Integración Nacional, Desarrollo Agrario, Planificación, Agricultura, Educación y Previsión Social.
