El 70,7% de los padres de graduados de la promoción universitaria de 2003-2004 no tiene estudios superiores, mientras que el 29,3% procede de familias con carrera. Según el presidente de AQU, Joaquim Prats, esta situación es una "auténtica revolución social", dado que en épocas anteriores solamente los hijos de licenciados iban a la universidad.
Prats aseguró que el papel que desarrolla la universidad contrasta con el de la enseñanza obligatoria, donde hay una especie de "criba" muy relacionada con las diferencias sociales. De hecho, estudios recientes como el de la Fundació Jaume Bofill demostraron que el rendimiento en la concertada es superior que en la pública.
Además, el presente estudio ha demostrado que la universidad actúa como un sistema regulador de estas diferencias, ya que no solamente corrige los déficits de entrada de personas de clases más bajas, sino que el origen familiar no influye significativamente en el rendimiento académico.
Así, la nota media de hijos de padres sin estudios superiores es de 6,7 puntos, mientras que la puntuación de los hijos de personas con estudios es de 6,9 puntos. Con esto, la nota media de todos ellos en el expediente académico es de notable, sin variaciones por grupos. Hay un débil impacto del origen familiar en el rendimiento.
Según uno de los técnicos de AQU, Sebastian Rodríguez, el expediente académico no es un factor trascendental en la inserción laboral de los universitarios, ya que se sitúa como un elemento más en el perfil del candidato.
Mejor que sus padres
Otra de la hipótesis que ha verificado el estudio es que el 50% de los graduados desempeña empleos superiores a los de sus padres, situación que se relaciona muy directamente con aquellos graduados que proceden de familias sin estudios universitarios.
Así, otra de las ventajas que ofrece el sistema universitario es esta movilidad ocupacional, que sitúa a los hijos jerárquicamente por encima de sus ascendentes. No obstante, el 23,3% de los universitarios desempeña tareas inferiores a las de sus padres, mientras que un 25,9% logra reproducir situaciones similares.
Además, el estudio apunta que existe una baja influencia del origen familiar en la ocupación de los graduados, a pesar de que un 44% de los hijos de directivos ocupan tareas de dirección.
