El informe, relativo a 2010 pero con datos recabados desde 2009, refleja no obstante algunos datos positivos como la presencia en España de un mayor número de estudiantes respecto a los principales países europeos, así como un aumento de la inversión académica en el periodo 2000-2007.
Por el contrario, según ha explicado a los informadores el coordinador de este informe, Martí Parellada, la tasa de paro de los graduados universitarios españoles duplica a la existente en la UE, el sector privado reduce implicación en la investigación y desarrollo (I+D) y casi la mitad de las empresas no guardan vinculación con el ámbito universitario.
En lo que al paro se refiere, Parellada ha situado la elevada tasa en el contexto general de la crisis económica, al mismo nivel que la registrada dentro de otros sectores productivos, y ha defendido como algo "indudable" la capacidad de la universidad para formar profesionales.
El coordinador, al referirse a las conclusiones del estudio, ha detectado como un síntoma negativo el "exceso de oferta" de las titulaciones, razón por la cual ha abogado por un equilibrio y por un mayor esfuerzo presupuestario por parte de las instituciones competentes.
"La economía y el bienestar de los ciudadanos españoles están muy ligados al hecho de que la universidad funcione de la mejor manera posible", ha reflexionado Parellada antes de expresar su certeza de que la obligada consolidación fiscal a que están sometidas las instituciones, por causa de la crisis, es perfectamente compatible "con las reformas que ahora, más que nunca, deben acometer las universidades".