Iñaki Urdangarín, Emilio Butragueño, Juan Antonio Corbalán o Carlota Castrejana son algunos de los que han logrado hacerse un sitio en el mundo de los negocios, mientras casi todo el mundo tiene en mente el final de la carrera deportiva de juguetes rotos como Julio Alberto –ahora director de la Escola del FC Barcelona–, Jesús Rollán o José María "Chava" Jiménez.
La crisis puede estar acelerando este cambio de mentalidad, ya que el trance económico puede afectar al patrocinio deportivo y a la supervivencia de algunos clubes. Como asegura el jugador de fútbol sala Juan Ramón Calvo "Juanra", “aunque me considero deportista, pienso que esta vida se acaba, bien porque tú quieras o por una lesión, y hay que tener algo detrás. Además, al principio de tu carrera deportiva no sabes si vas a poder vivir de ella, por lo que yo ya empecé a estudiar”.
Una gran mayoría de quienes finalizan su carrera de élite quiere seguir vinculado al mundo del deporte una vez se incorporen al mercado laboral. En el caso quienes están retirados, un 63% trabaja actualmente, y un 92% lo hace relacionado con el mundo de la competición. Por eso, según Pedro Fernández, responsable del Programa de Deportistas de la Fundación Adecco, “se decantan por el periodismo ligado a este ámbito, la gestión y administración de actividades deportivas, las Ciencias de la Actividad Física y del Deporte (INEF) y el Magisterio en la rama de educación física”. La informática, las nuevas tecnologías y las técnicas de márketing y ventas son los cursos que más interesan a quienes se "jubilan".
Fernández establece una división entre deportistas de élite, pero cuya especialidad no le hace inmensamente rico –algo que ocurre en el 95% de los casos– “a quienes es más fácil concienciar de la importancia de estudiar” y aquellos que ganan mucho dinero, “con los que, sobre todo, trabajamos en cómo gestionar sus recursos económicos, algo fundamental”. Los casos del jugador de baloncesto de la NBA Scottie Pippen, actualmente arruinado, o de Diego Armando Maradona son claros ejemplos de gente que no ha sabido rentabilizar sus ganancias.
El apoyo a quienes se van a incorporar al mundo laboral es cada vez mayor. Como destaca el ex atleta de 1.500 metros y ahora consejero de Deportes de Baleares, Mateo Cañellas, “cuando el deportista vuelve a su vida normal ha de tener formación o experiencia para salir de su burbuja. Los 60.000 euros de la beca ADO sirven para ahorrar mientras eres profesional, pero hay que formarse”. Para ayudarlos, la comunidad insular cuenta con varias fórmulas: un centro de alto rendimiento, disponibilidad de un tutor en la carrera universitaria o máster en Gestión del Deporte, entre otras.
Pero, ¿y qué es lo que pueden aportar los deportistas que se incorporan al mercado laboral? Sacrificio, trabajo en equipo, compañerismo, compromiso, afán de superación, orientación a resultados, perfeccionamiento, fidelidad o constancia. Cualidades que desarrollaron cuando estaban en activo.
Fuente: Expansión
