Es un problema que afecta casi en la misma proporción a mujeres (34,5%) y hombres (34,4%). Es decir, la brecha de género es de 0,1%, 10 veces menor a la media UE y muy por debajo de Alemania, Francia o Países Bajos,
Tampoco es demasiado abultada la diferencia entre la sobrecualificación de los menores de 35 años (36,8%) y trabajadores a partir de esa edad (33,7%). Se trata de una diferencia de apenas 3 puntos porcentuales, frente a la media del 4,6% de la UE.
La situación de España no responde a la pandemia. De hecho, nuestro país lideraba ya en 2019 este ranking. como ya explicamos en Ibercampus al hablar del impacto en la desigualdad de esta situación.
Pero también lo hacía en 2010, según los datos de EUROSTAT. Entonces, la tasa era del 30,1%, desde entonces ha aumentado en 4% puntos.


Castiga más a los inmigrantes
Aunque la sobrecualificación entre los españoles es la más alta para los ciudadanos nacionales de toda la UE, este es un problema que afecta aún más a los inmigrantes que llegan a nuestro país: en concreto al 47,2% de los procedentes de la UE y al 57,2% de los extra comunitarios..
Aunque en comparación con la UE quedamos por detrás de Chipre para los comunitarios (47,7%) y de Grecia para los de terceros países (que alcanzan el 71,6%).
Se da la circunstancia de que, al contrario con los trabajadores nacionales, España ha logrado reducir en un 2,8% la sobrecualificación de los trabajadores europeos desde 2010, y un 12,8% la de los procedentes de otros lugares del mundo.
Sin embargo esta situación no parece responder a una mejora de las condiciones de estos profesionales, sino a una reducción de la inmigración cualificada, acentuada tras la crisis financiera.

