Como consuelo, cabe recordar que en el pasado la UE también ha atravesado por otras crisis que han sido muy complicadas y que en muchos casos ha superado con éxito e incluso ha salido reforzada; y lo mismo debiera suceder ahora por lo mucho que está en juego. Así lo entiende también el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, que en el Prólogo al Libro Blanco sobre “El futuro de Europa”, publicado por la Comisión el pasado 1 de marzo de 2017, escribe: “Tenemos por delante retos importantes, para nuestra seguridad, para el bienestar de nuestros pueblos, para el papel que Europa deberá desempeñar en un mundo cada vez más multipolar. Una Europa unida de Veintisiete debe configurar su propio destino y perfilar una visión de su propio futuro”.
El mencionado Libro Blanco ha sido preparado con motivo de la celebración del 60 aniversario de la firma de los tratados de Roma de 1957. Su objetivo es el de abrir un debate entre los 27 miembros de la Unión –ya sin el Reino Unido (RU)-, con el fin de dar respuesta a tales problemas y muy específicamente al Brexit. Plantea cinco escenarios posibles -no excluyentes entre sí- sobre el futuro de la Unión para que sean estudiados por el Consejo Europeo y le sirvan de base para realizar una propuesta concreta antes de las elecciones al Parlamento Europeo que se celebrarán en junio de 2019. Por lo tanto, este proceso de reflexión sobre la redefinición del futuro de la Unión, será paralelo al de las negociaciones de la salida del RU de la misma. Los citados cinco escenarios y su contenido, sintéticamente expuesto, son los siguientes:
- Escenario 1: Seguir igual. La UE de los 27 continúa con su rumbo actual: se fijan y actualizan las prioridades y se abordan los problemas a medida que van surgiendo.
- Escenario 2: Solo el mercado único. La UE se centraría básicamente en el mercado único al no alcanzar los Estados miembros acuerdos significativos en otros ámbitos.
- Escenario 3: Los que desean hacer más, hacen más. La Unión seguiría funcionando como hasta ahora, aunque permitiendo a los Estados miembros que lo deseen hacer cooperaciones reforzadas en ámbitos específicos tales como la defensa, la seguridad interior o los asuntos sociales. Esta sería la Europa de geometría variable (dos o más velocidades).
- Escenario 4: Hacer menos pero de forma más eficiente. En este supuesto la Unión se centraría en aumentar y acelerar los logros en los ámbitos de actuación prioritarios que elija, mientras que intervendría menos en los que se percibe que no aportan un valor añadido significativo.
- Escenario 5: Hacer mucho más conjuntamente. Los Estados miembros atribuyen a la Unión más competencias, más recursos y ésta toma decisiones en todos los ámbitos.
En el contexto de este quinto escenario, sin excluir otros retos que inevitablemente también habrá que abordar, se han seleccionado los que considero principales desafíos que debe afrontar la Unión, ya desde el presente, con independencia de que algunos de ellos puedan consumir varios años -o incluso décadas- en su concreción y ejecución. Lo realmente importante es diseñar el marco global e ir perfilando y trabajando sobre el mismo.
Tales desafíos, que iré desarrollando específicamente en los en próximos artículos, son, por orden de prioridad, los siguientes: en primer lugar, la negociación sobre la salida del Reino Unido de la Unión (el Brexit), cuyo calendario ya se ha iniciado; en segundo lugar, la culminación de la unión económica y monetaria, completándola con la unión fiscal; en tercer lugar, la delimitación, lo más precisa que sea posible, de las fronteras futuras de la Unión, lo que implica replantearse definitivamente algunas de las ampliaciones previstas, sobre todo la de Turquía (y, paralelamente, establecer con claridad la política de vecindad de la Unión, entre otros vecinos y con prioridad con la propia Turquía, con Ucrania y con el Reino Unido cuando se consume la salida); en cuarto y último lugar, como culminación de este proceso de redefinición de la Unión, sentar las bases del futuro modelo de integración política al que debiera de aspirar la Unión: una Europa federal.