viernes,19 agosto 2022
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Los grandes falsos mitos de la Ciencia, al descubierto

EP
Los ratones no adoran el queso, los topos no son ciegos, las súper ratas existen, las cucarachas pueden regenerarse y las pulgas pueden saltar hasta 150 veces su propia longitud, según revela un estudio realizado por la empresa de control de plagas Rentokil, que echa por tierra algunos de los mitos sobre los insectos y roedores que conviven con humanos.

Así, algunas de las conclusiones más llamativas es que los ratones adoren el queso es un mito urbano, puesto que éstos prefieren los alimentos con alto contenido de azúcares como frutos secos, muesli o la manteca de cacahuete. No obstante, según este estudio indica que en una año, una pareja de ratones puede tener hasta 3.000 crías.

Además, señala que las ratas topo, el único mamífero de sangre fría, son inmunes al dolor, o que los topos no son ciegos aunque cortos de vista y tiene un excepcional olfato y un oído hiper sensible.

También indica que las súper ratas sí existen y además son capaces de nadar hacia arriba por una tubería en codo hasta de 10 centímetros, andar cientos de kilómetros, saltar un metro en el aire, cavar hasta un metro de profundidad, roer cristal y algunos metales e incluso nadar en aguas abiertas durante un kilómetro. Otra leyenda urbana con el que este estudio acaba es con que las ratas son sucias, ya que dedican casi el 60 por ciento de su tiempo a la limpieza e incluso se ayudan entre ellas en la higiene de zonas de difícil acceso.

Otro de los artrópodos que más rechazo causa entre los humanos a pesar de que vive en entornos urbanos son las cucarachas y según la investigación de Rentokil, es «verdadero» que estas pueden regenerar muchos de sus tejidos como los ojos, las antenas o parte de su exoesqueleto. Asimismo, sus patas articuladas pueden desprenderse igual que la cola de las lagartijas, regenerándose completamente. Sin embargo, señala que es «falso» aunque en parte cierto que las cucarachas puedan vivir sin cabeza, porque éstas sólo necesitan la cabeza para beber y una hembra puede vivir sin beber varias semanas.

Por otra parte, la investigación contradice la idea de que las abejas sólo pueden picar una vez, ya que su aguijón está diseñado para peleas entre iguales. Esto es cierto sólo si atacan a un mamífero o a un humano, porque al intentar retirar su aguijón se produce un desgarre en el abdomen provocándole la muerte. No obstante, si una abeja pica a otra de su especie, ésta conserva su aguijón y puede volver a usarlo sin problema.

Las avispas paralizan a las arañas

Por su parte, el estudio muestra que es verdadero que las avispas parásitas sean expertas en control mental ya que pueden paralizar una araña en el tiempo suficiente para inyectarle sus huevos en el abdomen. Las larvas de estos huevos se alimentan de la sangre de la araña y la obligan a tejer una telaraña especial. Posteriormente, las larvas devoran y matan a la araña, construyen un capullo aprovechando la telaraña en el que crían, emergiendo después.

En cuanto a las pulgas, el estudio revela que éstas pueden llegar a saltar hasta 17 centímetros en altura y 33 en longitud, lo que equivale a 150 veces su propio cuerpo. Además, «no es del todo cierto» que las pulgas se mueren sin un huésped, porque pueden permanecer aletargadas en alfombras o muebles de casas deshabitadas durante largos periodos de tiempo.

Otra de las curiosidades que concluye la investigación es que las polillas utilizan un velo de veneno mientras se aparean, cubriendo sus cuerpos con una especie de «velo nupcial» de veneno que mantiene alegados a los depredadores y que la hembra usa también para proteger a sus huevos.

Los chinches, lejos de lo que se pensaba no viven únicamente en las camas de los alojamientos baratos. Aunque esta plaga ha sido prácticamente eliminada, Rentokil advierte de que «últimamente han reaparecido con mucha fuerza» y que no existe una relación directa entre el grado de limpieza y estrellas que tenga un hotel con las posibilidades de encontrarse con un chinche entre las sábanas. Además están reapareciendo con fuerza en países desarrollados después de casi medio siglo prácticamente erradicados.

Finalmente, según las conclusiones de Rentokil, existe una variedad de hormigas que disfruta verdaderamente de la comida ´delicatesen´, lo que las convierte en «especialmente exquisitas» ya que tras masticar el alimento y convertirlo en pequeñas porciones, lo extienden al sol sobre una superficie caliente para poder disfrutar del plato «en su punto».

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