En nombre de los cinco galardonados -Joan Rodés, Joan Modolell, Mateo Valero, Andreu Mas-Colell y José Antonio Pascual-, habló Modolell, Premio Santiago Ramón y Cajal, en Biología. A su entender, el mundo debe resolver este siglo tres grandes retos: la desigualdad entre países pobres y ricos, la superpoblación y el daño a los ecosistemas, y el efecto invernadero nacido de las energías contaminantes.
Para responder a todos ellos, dijo, hay que adoptar "cambios radicales" en la manera de vivir porque, de lo contrario, "se necesitarían los recursos de tres planetas para que todos los seres humanos pudieran tener un nivel de consumo semejante al nuestro".
Modolell sugirió que se favorezca la generación de energía de fuentes renovables, sobre todo la solar, "e incluso la energía nuclear", que podría "desempeñar un papel importante para facilitar la transición al uso generalizado de las fuentes renovables y, más en el futuro, al de la fusión nuclear".
También indicó Modolell que si bien la ingeniería genética se percibe negativamente, atribuir el adjetivo "malo o dañino" a los transgénicos "no tiene un fundamento científico sólido" y es "éticamente correcto" que se desarrollen "variedades que puedan fructificar en ambientes marginales" en un mundo "donde la hambruna es la condición normal para un tercio de la humanidad".