viernes,19 agosto 2022
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Los recortes del 2% del PIB en el gasto social con la crisis fueron a pagar intereses de la deuda

Redacción
Las graves consecuencias del déficit público sobre el gasto social a largo plazo en España han sido estudiadas por Álvaro Ballarín, Viceconsejero de Cultura, Turismo y Deporte de la Comunidad de Madrid, quien llega a conclusiones que pueden resumirse así: Los recortes equivalentes al 2% del PIB en el gasto social en sanidad, educación y otras partidas durante los primeros años de crisis fueron exclusivamente a pagar intereses de la mayor deuda española, pese a los bajos tipos de interés del BCE

Ballarín muestra su "sincero agradecimiento y admiración a la profesora Laura Rodríguez Fernández, tutora del Trabajo Fin de Máster, que me ha estimulado a investigar sin descanso para mejorar el contenido de este ensayo". Una vez contrastada su hipótesis –los gastos por el pago de intereses de la deuda reducen el gasto social a largo plazo– extrae las siguientes conclusiones:

1. Debido a la rigidez a la baja de los gastos sociales en periodos contractivos, los gobiernos suelen reaccionar ante estos escenarios presupuestarios recurriendo a los déficits públicos. Estos déficits –que en algunos ejerci- cios pueden superar el 10% del PIB, y que se acumulan un ejercicio tras otro– incrementan en la misma cuan- tía la deuda pública. Y, lógicamente, como consecuen- cia del incremento de la misma, aumentan los gastos por el pago de los intereses que genera.

2. Especialmente relevantes resultan los déficits desde 2008 a 2015, que suman un total de 668.403 millones de euros, cifra en la que se incrementa la deuda públi- ca, cuyo importe ha alcanzado el billón de euros en términos absolutos (un 100% del PIB).Como dice el profesor Fuentes Quintana en su artícu- lo El déficit público como problema de nuestro tiempo: España ha vivido así, con su extremismo de siempre este fenómeno internacional del déficit y el endeudamiento pú- blicos. Y vive también esa paradoja actual entre el consenso sobre la necesidad imperativa de reducir el déficit público y aligerar el peso de la deuda y la práctica diaria de decisio- nes presupuestarias que contrarían ese consenso (2).

3. Los intereses de la deuda han alcanzado en estos diez años, de 2008 a 2017, un total de 281.832 mi- llones de euros. Si tenemos en cuenta que el 29% del total del gasto público se dedica a gasto social, podre- mos convenir que este mismo porcentaje ha dejado de dedicarse durante estos diez años a gasto social en Sa- nidad, Educación y Servicios Sociales, lo que en térmi- nos absolutos supone 81.731 millones de euros.

4. El gasto social en Sanidad, Educación y Servi- cios Sociales alcanzó sus registros máximos en los años 2007, 2008 y 2009. El total del gasto social en Sanidad, Educación y Servicios Sociales alcanzó el 29,22% del total del gasto público y el 13,49% del PIB en 2009. Estos años de máximos en el gasto social coinciden con los años en que el gasto por el pago de intereses fue más bajo: en 2007, 16.892 millones de euros; en 2008, 17.256 millones de euros; y en 2009, 18.348 millones de euros. Desde entonces el gasto social ha rebajado su peso hasta situar el total del gasto social por estas tres pres- taciones en 2017 en el 11,71% del PIB.Al contrario de lo que sucede en el periodo 2007-2009, los años de mínimos en el gasto social coinciden con los de máximos en el gasto por el pago de intereses de la deuda pública; en 2013, 34.669; en 2014, 35.291; en 2015, 33.122.

5. El gasto social en Sanidad, Educación y Servicios Sociales en el periodo 2012-2015 descendió anual- mente de media en 14.335,75 millones de euros con respecto al periodo 2008-2011, mientras que los gas- tos por el pago de los intereses de la deuda se incre- mentaron en 12.960 millones de euros entre ambos periodos de tiempo. Estos datos confirman la tercera etapa de nuestra hipótesis: el incremento del gasto por el pago de los intereses de la deuda pública hace que se reduzca en la misma cuantía el gasto social en Sani- dad, Educación y Servicios Sociales.

6. Entre 2008 y 2017 se incrementó la deuda pública en 760.627 millones de euros, prácticamente la misma cantidad en que se incrementó el déficit público. Este in- cremento de la deuda tenía, en parte, como justificación la financiación del gasto social. En este mismo periodo de tiempo los gastos por el pago de intereses han ascen- dido a 281.832 millones de euros, de los cuales el 66% son consecuencia del incremento de la deuda pública durante estos años, esto es, 186.009 millones de euros. Por tanto es previsible que, de seguir la deuda pública en las cifras actuales, los intereses de la misma causados ex- clusivamente por los déficits de esta década lleguen hasta los 760.627 millones de euros en menos de treinta años. Esto significa que en este tiempo habremos tenido que pagar en intereses de la deuda el mismo dinero en que in- crementamos los déficits en el periodo de referencia, sin poder destinarlos al incremento de gasto social para las generaciones actuales y también para las venideras, y con el agravante de que, además, en algún momento habrá que devolver el principal de ese importe íntegramente.

7. Para volver a la situación previa a tan altos gastos por pago de intereses, consecuencia, a su vez, de la altísima deuda pública, esto es, volver a la situación del año 2007, con el fin de liberar 15.000 o 16.000 millones de euros anuales que se pagan a día de hoy de más por intereses de la deuda, sería necesario rebajar la deuda pública a los niveles registrados en ese año (en torno al 35% del PIB). Para ello habría que suprimir el déficit público durante unos años y que los presupuestos registraran importan- tes superávits. Resulta muy difícil que se pueda presentar esta situación y que lo haga de manera continua, lo que nos remite irremediablemente a la conclusión de que la actual situación, si se revierte en algún momento, será dentro de muchos años. Como señala el profesor Ba- rea en su estudio El marco conceptual del déficit público (2004), que estudia la experiencia española del déficit cíclico entre 1850 y 2000: en todos los ciclos la deuda pú- blica que financia el déficit ha aumentado excepto en dos de ellos: 1983-1992 y 1901-1913… Resulta por tanto que de los 18 ciclos que se dieron en el periodo 1850-2000 sólo en dos de ellos la deuda pública tuvo una reducción con respecto a la existente al comenzar el ciclo (3).

8. Por tanto, incurrir en déficits agudos y continuados conduce inexorablemente a situaciones negativas para el gasto social en Sanidad, Educación y Servicios So- ciales a largo plazo. Si no se quiere perder gasto social en términos absolutos a largo plazo, el recurso al déficit público para mantener el gasto en Sanidad, Educación y Servicios Sociales debe estar limitado en el tiempo, dos, tres, o cuatro años, o por ciclos económicos –nun- ca déficits indefinidos– , y que una vez superado este periodo de tiempo, puedan ser corregidos para reducir la deuda pública, cuyos intereses reducen en la misma.

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