Otra vez la Comunidad de Madrid ha resultado ser portada en el ámbito empresarial, en esta ocasión por el gran número de empresas que deciden asentarse en la región. Si comparamos el saldo de entradas y salidas, Cataluña destaca con un saldo negativo de 81 empresas (tras registrar 194 salidas y 113 entradas), mientras que Madrid registra 388 entradas y 362 salidas, con un saldo positivo de 26, Galicia alcanza un saldo positivo de 40 empresas (62 entradas y 22 salidas) y Baleares 29 entradas y 25 salidas.
Los motivos que hacen que una empresa decida iniciar su negocio resultan evidentes: buenas condiciones laborales, carga impositiva, regulación, estabilidad, ayuda al empresario, facilidades de financiación… incluso hasta factores como puede ser la climatología. Cuando varios de estos factores se pierden, es cuando se producen los traslados de empresas, motivo por el cual la Comunidad de Madrid destaca como la región con más entradas de empresas, compensando ampliamente a las que se van.
La Comunidad de Madrid es reconocida por sus impuestos bajos a la actividad empresarial, pero ¿esto ha sido condición suficiente para conseguir que 1 de cada 3 empresas que trasladen su sede social lo hagan a esta comunidad?
La fiscalidad es factor importante puesto que afecta a los resultados empresariales directamente, aunque en este caso todas las comunidades tienen las mismas competencias y por supuesto los mismos mecanismos para subir o bajar los impuestos que les corresponden. De hecho, la principal carga que sostienen las empresas es el impuesto de sociedades que pertenece a la competencia estatal y por lo tanto afecta igual en todo el territorio.
Si se va al detalle y se ven las principales diferencias entre comunidades, siendo el ejemplo más significativo la comunidad catalana, se puede observar que tiene Cataluña 15 impuestos propios que gravan a las empresas, frente a los 8 que existen en Andalucía o los 3 que únicamente tiene la Comunidad de Madrid (CAM).
Obviamente los impuestos no afectan todos ellos simultáneamente a cada una de las empresas, pues dependen del sector de actividad, pero nos dan una magnitud clara de los costes que tienen que asumir las empresas.
Por otro lado, un factor determinante que se puede encontrar en cualquier manual de dirección estratégica de una empresa es la estabilidad de la región. En este caso, nadie puede negar que la Comunidad de Madrid es una de las más estables a nivel nacional no solo por ser la capital de España, que ayuda, sino también por los más de 20 años de Gobierno de un mismo partido.
El factor de la gobernanza en el largo plazo por un mismo partido no siempre trae buenos resultados y en este caso se puede ver sobre todo en Cataluña.
Mirando atrás, no 50 años, si no tan solo 20 años, se pueden apreciar las diferencias de la gestión y de la estabilidad. Si se utiliza el PIB como el aglutinante del valor tanto añadido, como bruto de todas las actividades que se producen en una región vemos con el transcurso del tiempo cómo han ido evolucionando en términos generales.
La CAM en 2002 tenía un PIB de 114.000 millones de € frente a los frente a los 141.000 millones de € que tenía Cataluña. Era casi un 10% menos. Pero si nos vamos a los últimos datos de contabilidad nacional, en 2020 la CAM tuvo 216.000 millones de € de PIB frente a los 212.000 millones de € de Cataluña, posicionándose así por primera vez por encima de esta región, cuando tiene un millón menos de habitantes, factor que si duda alguna afecta enormemente en el PIB.
Si se quiere buscar otro tipo de respuestas más allá de las económicas, en el ámbito político hay un dato demoledor. Desde que se empezó el “proces” y se intentó la secesión unilateral, Cataluña ha perdido más de 4.600 empresas simplemente por este motivo y algunas de ellas muy conocidas como el caso de La Caixa. Madrid ha recibido la mitad de ellas.
Por último están la financiación y las facilidades a empresas. En este caso la CAM tiene un área dedicada exclusivamente al seguimiento de los procesos administrativos y a intentar reducirlos lo máximo posible, lo cual sin duda es una gran ventaja de cara a que una empresa quiera localizarse en la CAM. Adicionalmente la financiación extranjera, que sin duda alguna ayuda al crecimiento de las empresas y a la generación de nuevas oportunidades de negocio, no ha parado de crecer en la Comunidad de Madrid, llegando a superar el 70% de la total inversión extranjera en todo el país.
Por todas estas razones y muchas más que quedan en el tintero, se puede entender que la Comunidad de Madrid lidere el ranking nacional de atracción de empresas tanto por su situación actual como también por los fallos y las políticas menos acertadas de otras comunidades.
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