Marín Patino ha rescatado de la memoria cinéfila extractos de "Caudillo", "Nueve cartas a Berta" y "Octavia", su último trabajo producido en el 2002 por encargo del consorcio de la Capitalidad Cultural de Salamanca.
Un montaje que le ha servido al director para "tratar de reflexionar metafóricamente" sobre su "largo discurrir vital" a la vez que recupera imágenes de la capital salmantina de décadas anteriores en un recorrido por una ciudad en cuyos rincones se ve "cinematográficamente impresionado", según ha destacado el nuevo Doctor Honoris Causa.
Patino ha aprovechado las tres partes de la proyección para rememorar los momentos vividos en la capital salmantina donde pasó su infancia, aunque nació en la localidad de Lumbrales, en esta misma provincia.
Durante su intervención y tras la proyección de "Caudillo", el realizador salmantino ha destacado su apuesta por la "libertad" en el modo de concebir las producciones lejos de los estereotipos que impone la industria.
Martín Patino ha destacado asimismo la importancia del cine, el teatro o la novela y ha señalado que "el mundo es mucho más mundo" desde que el hombre "se puso a inventar historias que rellenan vacíos y nos enseñan a conocernos mejor y a abrirnos a nuevos horizontes".
Intercaladas entre las tres proyecciones, el director ha recordado con palabras su pasado como estudiante de Filosofía y Letras en la Universidad de Salamanca y su pasión por el séptimo arte que le llevó a fundar el Cine Club Universitario o a organizar las "Conversaciones Cinematográficas Nacionales de Salamanca" en 1955.
Martín Patino nació en la localidad salmantina de Lumbrales y cursó sus estudios en la universidad salmantina, donde se introduce en el ámbito cinematográfico.
Además de las Conversaciones, funda también la revista "Cinema Universitario" en su faceta de crítico y ya en Madrid inicia una carrera como director con su primer trabajo en 1962, "Tarde Domingo", y hasta su último montaje para cine "Octavia" (2002).
