Nieto se refirió a las muchas dificultades que sufrió la radio desde su aparición en España hasta el asentamiento de la democracia. Ya los comienzos, en plena dictadura de Primo de Rivera fueron difíciles. “El nacimiento de la radio fue con fórceps y cesárea”, dijo muy gráficamente. Pero no le esperarían años de bonanza pasado el trago inicial, ya que “hasta 1977 la radio estuvo sometida a los distintos poderes públicos que se han ido sucediendo”.
El comienzo del franquismo, en 1939, marcó lo que Nieto calificó de “calvario” para la radio, debido a la acción de la censura más “incongruente” que ha existido. Una incoherencia que se debió, en gran medida, “a que se dejaba la interpretación de las normas al buen sentido de quien no tiene sentido: el censor”, apuntó Nieto.
Se generaba así una situación de indefinición, de arbitrariedad. “Ante la disparidad de criterios, se fue generalizando el miedo, que luego condujo a la autocensura”. Sólo cuando el rigor del Régimen se fue atemperando, se pudo empezar a jugar con el lenguaje para burlar el hipersensible filtro del censor. Así, con el paso de los años, “engañar al censor se convirtió en una especie de deporte nacional”.
Y eso que las susceptibilidades de los censores eran muchas. Veían, según relató Nieto, espurias intenciones en cada resquicio. Eso les llevó a prohibir las dedicatorias de discos en antena, ante el temor de que encerraran mensajes cifrados, o la emisión de la canción ‘Se va el caimán’, por temor a que se refiriese al Caudillo. Nadie había reparado en ello, pero por el excesivo celo de los censores, “todos empezaron a asociar al caimán con Franco”, recordó.
A pesar de todas aquellas dificultades, pudieron emerger gracias al esfuerzo de muchos profesionales programas como Hora 25, de la Cadena Ser, “que fue un grito de libertad y, noche tras noche, un desafío a la censura. Luchamos por la libertad de expresión, para que se nos dejase informar”. Fue un gran esfuerzo. Por eso Nieto lamenta que “hoy manchen este sacrificio pensando que la libertad de expresión ampara la injuria”. No obstante, “éste no es motivo para pedir la vuelta de la censura. Quien tiene argumentos para defender lo que cree, no necesita amordazar al oponente”, concluyó.
En el acto se procedió a la entrega de los XII Premios San Isidoro de Sevilla a la Investigación y I Premios San Francisco de Sales a la Iniciación Profesional.
Fuente: CEU-USP
