La capitán Zaida había sido preparada para combatir en cualquier guerra. Lo que nunca imaginó es que el enemigo estaría en sus propias filas. «La capitán Zaida era brillante, honesta y leal, pero se permitió un único error: no callarse ante una injusticia. En el Ejército, si te atreves a denunciar a un superior, aunque tengas razón, antes o después acabas perdiendo.», dijo el pasado fin de semana Jordi Évole en La Sexta al presentar el caso.
Después de seis años de persecución inmisericorde, la hoy comandante Zaida Cantera de Castro ha decidido romper su silencio superando el miedo cerval que muchos militares tienen a hablar.
Su estremecedor relato, escrito por Irene Lozano, la diputada que interpeló este miércoles al ministro en el Congreso de Diputados, cuenta la experiencia brutal y traumática de ser acosada sexualmente primero, y perseguida laboral, profesional y personalmente después, a modo de escarmiento, por aquellos que tendrían que haberla protegido.
Y dice Zaida: «Creo que es la primera vez que un militar se atreve a contar su historia aportando nombres y apellidos de "compañeros" en activo para poner caras a los culpables. Lo hago, en primer lugar, porque creo que hay que denunciar a los responsables, porque hay muchos militares honrados dejándose la piel, y hay que diferenciarlos. En segundo lugar, porque no todos somos iguales como se ha demostrado. No lo somos ante la ley, lo que es lamentable, pero tampoco lo somos ante la corrupción, el caciquismo, el servilismo…»
Biografía de las autoras
Zaida Cantera de Castro nació en Madrid y desde niña destacó en diversos deportes, llegando a ser campeona absoluta de España en natación. Cursó sus estudios en la Academia General Militar para convertirse en oficial del Ejército de Tierra, especializada en transmisiones. Ha realizado estudios militares, másteres y postgrados universitarios de perfeccionamiento en Telecomunicaciones, Sistemas de Información, Guerra Electrónica, Inteligencia, Seguridad y Geopolítica. Ha participado en misiones internacionales en Kósovo y Líbano -con numerosas felicitaciones y medallas militares- y ha alcanzado el empleo de comandante. Después de diecisiete años de servicio, se ve obligada a abandonar las Fuerzas Armadas tras sentirse represaliada por los amigos y compañeros de promoción del coronel al que consiguió condenar a dos años y diez meses de prisión por acoso sexual y laboral como se cuenta en este libro.