El acto se celebró en la sede del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y, según explicó a los medios su presidente, Carlos Martínez, el Consejo pretende armar a Europa contra la llamada fuga de cerebros. Para Martínez, se trata de impedir "que los mejores científicos europeos se vayan" a Estados Unidos o Asia "por no tener un sitema de financiación de programas científicos de excelencia".
El Consejo busca estimular la excelencia científica en Europa y animar a los científicos a abrir vías de investigación novedosas e interdisciplinares.
La financiación del organismo nace del VII Programa Marco de Investigación y Desarrollo de la Unión Europea, dentro del capítulo "Ideas".
Está dotado con 7.510 millones de euros para el período 2007- 2013, lo que supone cerca del 15% del presupuesto total de Programa Marco. No obstante, este primer año el presupuesto será menor (cerca de 300 millones de euros, frente a los aproximadamente 1.100 millones que se alcanzarán en los años sucesivos), y se dará prioridad a los jóvenes investigadores.
El presidente del Comité Científico del CEI, Fotis Kafatos, insistió en que, a pesar de estar financiado con fondos comunitarios, se trata de un organismo independiente de la Comisión Europea, autónomo, "lo que permitirá a lso científicos trabajar con libertad e identificar prioridades o estrictos crietrios de excelencia científica".
Asimismo, insistió en que Europa debe ser competitiva internacionalmente, y no puede conformarse con ocupar el segundo o el tercer puesto en materia de investigación. A su juicio, no sólo hay que evitar que los investigadores europeos se vayan a otros continentes, sino que, además, hay que atraer a científicos extracomunitarios.
Por su parte, el secretario de Estado de Universidades e Investigación, Miguel Ángel Quintanilla, garantizó que "el Gobierno está dispuesto a todo lo posible para garantizar el éxito de este programa" que "responde a una necesidad muy sentida en nuestra comunidad científica".
En este primer año de funcionamiento, el CEI lanza dos convocatorias de ayudas a la investigación: las "Becas de Comienzo", dirigidas a subvencionar proyectos de investigadores con una experiencia posdoctoral de entre dos y nueve años, por valor de cerca de 150.000 euros cada una; y las Becas para Investigadores Avanzados, dotados con fondos que variarán entre 100.000 y 500.000 euros anuales durante un máximo de cinco años.