La Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (AECOSAN) explica que ha publicado en su web estos productos notificados a través de la Red de Alerta porque pueden generar un riesgo grave a los consumidores. De ellos, 8 fueron detectados en frontera y se rechazó su importación, mientras que otros 37 fueron retirados del mercado y prohibida su comercialización.
En los 4 restantes, fue el propio fabricante quien, como obliga la normativa, comunicó a las autoridades de consumo la existencia de posibles riesgos en sus productos y adoptó las medidas necesarias para paliarlos.
Productos más notificados
Juguetes (15), Vestimenta y calzado infantil (8) y Menaje y textiles para el hogar (6), son los que reúnen mayor número de notificaciones, dados los requisitos exigidos por la normativa que los regula y, en el caso de juguetes y vestimenta y calzado infantil, por la especial vigilancia a que están sometidos por los servicios de inspección al estar dirigidos a una población vulnerable.
Los riesgos que plantean son consecuencia de las irregularidades que se les ha detectado.
La Decisión 84/133/CEE establece un sistema organizado de intercambio de informaciones sobre productos que puedan poner en peligro la salud y la seguridad de las personas. Dicho sistema ha sido objeto de decisiones posteriores, pasando finalmente a formar parte de la Directiva sobre la seguridad general de los productos.
Con arreglo al sistema, todo Estado miembro que decida adoptar medidas urgentes con objeto de impedir, restringir o someter a condiciones específicas la comercialización de un producto en razón del peligro grave e inmediato que suponga dicho producto para la salud y la seguridad de los consumidores, informará de ello urgentemente a la Comisión.
El sistema afecta a cualquier producto destinado al consumidor, que se suministre, a título oneroso o gratuito, en el marco de una actividad comercial, ya sea nuevo, usado o reacondicionado. En cambio, no se aplica a los productos farmacéuticos, los animales, los productos de origen animal y las situaciones de urgencia radiológica que son objeto de notificaciones equivalentes.
El sistema de intercambio rápido se aplica cuando un producto representa un peligro grave e inmediato para la salud y la seguridad de los consumidores. Las autoridades nacionales evalúan el riesgo en cada caso individual.
Cuando exista un peligro grave e inmediato, la autoridad nacional consulta, en la medida de lo posible y de modo apropiado, al productor o al distribuidor a fin de recoger información sobre el producto y la naturaleza del peligro. Ello debe permitir adoptar medidas que garanticen la protección de los consumidores perturbando lo menos posible los intercambios comerciales.