jueves,18 agosto 2022
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Oussama Khatib: «Los robots acabarán con la deslocalización»

Redacción
La robótica está sufriendo una gran revolución y una nueva generación de robots empieza a asomarse al mercado. "En 2020-2025 tendremos una gran cantidad de robots dotados de una gran movilidad, destreza, flexibilidad, adaptabilidad e incluso capacidad para interactuar con los seres humanos", explica a CincoDías Oussama Khatib, catedrático de Informática en el Laboratorio de Inteligencia Artificial de la Universidad de Stanford.

 Este profesor, uno de los mayores expertos del mundo en robótica, habla con pasión de los nuevos robots humanoides, y aclara que nada tienen que ver con los tradicionales, gracias a los avances logrados en inteligencia artificial, visión artificial, sensores, motores e incluso en el desarrollo de materiales que imitan el sentido del tacto.

“Hubo un periodo en que la robótica se limitaba al campo de la producción, y los robots –rígidos y fuertes– fueron integrados con un gran éxito en la industria. Pero a esos robots no se les exigía ser inteligentes; solo muy rápidos y precisos. Ahora, los nuevos robots tienen que ofrecer seguridad, tienen que ser capaces de trabajar en entornos no programados de antemano, porque el entorno humano siempre está desordenado, y los robots deben ser capaces de adaptarse a las incertidumbres; interactuar con el entorno”, comenta.

El reto no es fácil, porque estos robots tienen que tener muchas capacidades y hay una convergencia de tecnologías. “Hablamos de habilidades a nivel de los humanos”, insiste Khatib, que esta semana ha visitado Madrid, para la entrega del Premio Fronteras del Conocimiento en tecnologías de la información y la comunicación de la Fundación BBVA, del que ha sido jurado. El profesor de Stanford aclara, no obstante, que este avance en robótica no conducirá a ese imaginario popular de que estos robots llegarán, harán cosas por sí mismos y se apoderarán del mundo de los humanos. “La realidad es que la robótica hoy descansa en la interacción entre los robots y los humanos, así que cuando vemos un robot que se implica en un acto quirúrgico, en realidad el saber hacer lo tiene el cirujano. Este sigue ahí, afortunadamente. El robot constituye la extensión de las manos del cirujano que penetran en el cuerpo humano sin ser invasivo. Igualmente, los robots podrían trabajar dentro de una mina mientras el minero está fuera trabajando en conjunto.

“La idea que exploramos es que los robots y los humanos compartan tareas. Un escenario donde el ser humano pone el cerebro y el robot constituye los músculos”, dice Khatib, que actualmente trabaja en un robot humanoide, que es muy sutil y puede ir a los arrecifes de coral. “Puede interactuar con estos entornos con total seguridad y colocar sensores y estructuras sin dañar nada”.

McKensy estima que la aplicación de la robótica en áreas como la sanidad, la industria y los servicios podrían tener un impacto económico de entre 1,7 billones de dólares y 4,5 billones para 2025. Y también señala en un informe que 320 millones de trabajadores de todo el mundo podrían ser sustituidos por robots en el medio plazo.

El profesor de Stanford cuenta que en EE UU ha habido mucho debate sobre el papel de los robots en la economía, y asegura que lo que se ha demostrado es que la tecnología de la robótica crea nuevos puestos de trabajo. “Las empresas se han ido a buscar fuerza de trabajo barata a países en vías de desarrollo y ahora con esta tecnología se podrá desarrollar las tareas allí donde está la industria. En lugar de deslocalizar, de irse a otros países, ahora podemos crear fábricas eficientes y que se queden dentro del país”, subraya.

Khatib sostiene que los robots no van a privar a la gente de sus puestos de trabajo. “Cada vez que hay un paso tecnológico, cambia el lugar donde actúa el obrero. Yo creo que estamos mejorando más y más la calidad de las tareas y del entorno de trabajo, y estamos desplazando la parte difícil y peligrosa. No es que los robots vayan a ser los mineros, sino que haremos la minería de una forma más confortable”.

Otro impacto económico, según admite este veterano profesor, es que los robots provocarán un aumento masivo de la productividad y hará que muchos bienes y servicios sean más baratos y abundantes. Igualmente, está convencido de que la robótica dará origen a nuevos modelos de negocio no conocidos ahora. “La ciencia de la robótica va más allá de los robots”, asegura Khatib, que asegura que esta disciplina va a traer nuevas formas de comprender el mundo físico, de comprender a los humanos, de crear modelos numéricos digitales de su vida, “y todo esto creará cosas nuevas que nunca antes pudimos imaginar”.

Khatib habla por ejemplo de los ancianos. “Ahora hay trabajadores sociales que les ayudan en sus casas, pero siempre querrán tener más autonomía, para seguir con su vida cotidiana. En el mundo occidental vemos aplicaciones muy interesantes ahí por el envejecimiento de la población. Todos esperamos que estos nuevos robots constituyan una forma maravillosa de ayudar a las personas mayores”.

Según Khatib, los robots humanoides ayudarán a comprender mejor cómo se desplaza el ser humano. “Ahora vemos la parte biomecánica, la parte musculoesquelética, y somos capaces de tomar lo que hemos hecho en robótica y llevarlo a las personas con problemas de movilidad como los parapléjicos”. “La robótica avanzada ofrecerá un gran valor para múltiples sectores y para la sociedad en general, pero aún hay retos que sortear, porque debemos lograr que los robots coordinen sus movimientos y sean capaces de desplazarse mientras cooperan con otros robots o con seres humanos”.

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