jueves,18 agosto 2022
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Nazario Martín León, presidente de 40.000 investigadores:

«Perdido el 40% en I+D, aún estamos lejos de que las grandes empresas participen más»

Redacción
Nazario Martín representa a unos 40.000 de los 123.000 investigadores españoles. Catedrático de química orgánica en la Universidad Complutense de Madrid (UCM) y director adjunto del IMDEA Nanocienca, acaba de ser elegido presidente de la Confederación de Sociedades Científicas de España (COSCE), en sustitución de Carlos Andradas, poco antes de que éste ganara el rectorado de la UCM. El único candidato que le ha pedido discutir de I+D+I ha sido el del PSOE por Madrid, el exrector Ángel Gabilondo.

 -Las más de 80 sociedades científicas españolas y sus 40.000 investigadores que dice agrupar COSCE (*) esperan más de lo público o de lo privado para salir da la crisis? 

Hay en España unos 123.000 los investigadores y las Sociedades científicas se financian ellas mismas mediante las aportaciones de sus miembros y, naturalmente, de aquellas convocatorias públicas para aspectos específicos de programas o proyectos para desarrollar. ¿Esperan más de lo público o de lo privado? Tradicionalmente la financiación de la investigación ha corrido mayoritariamente por parte de fondos públicos. Sin embargo, esta tendencia parece que se va equilibrando y la financiación privada también tiene un peso importante. Sin embargo, hay que decir que aún estamos lejos de que las grandes empresas participen más activamente en la investigación de nuestro país. Probablemente sea un reflejo del elevado número de pymes que tenemos. 

-¿Por qué son tan negativas en España los últimos años las estadísticas de I+D, e incluso sus comparaciones con otros países, en algún caso afectando también a la innovación? 

España tiene una deficiencia de tradición científica, consecuencia, en gran medida, de cuatro décadas de escaso desarrollo científico. Esta situación, con matices, ha cambiado desde la llegada de la democracia y ya no se duda de la importancia de la I+D para el desarrollo socio-económico y el bienestar de la sociedad. Sin embargo, son los responsables políticos los que tienen que tener esta idea muy clara.

En los años de crisis se ha perdido casi un 40% en inversión en I+D. Esto es producto de la consideración de la I+D como un gasto que hay que minimizar en tiempos de crisis. Sin embargo, esta situación es radicalmente diferente en los países  más avanzados de nuestro entorno quienes consideran la I+D como un motor de la economía y un impulsor en tiempos de crisis. Es a esta diferente actitud a lo que me refiero cuando hablo de "tradición científica". 

-Los problemas propios y la creciente competencia internacional ¿pueden descolgar de nuevo a España del tren de la ciencia como vía de mejora del conocimiento y la innovación? 

Mi deseo es que eso no suceda. Sin embargo, es algo que no es improbable si definitivamente no  se toma más en serio la inversión en I+D. En este sentido, la ciencia no sabe de atajos, por lo que no es posible recuperar los años perdidos. La falta de financiación continuada rompe grupos de investigación consolidados, impide que se ejecuten o cierren proyectos o se inicien otros nuevos y, además, produce un daño irreparable en los jóvenes que, teniendo una buena formación científica, tienen que irse a otros países que les dan lo que aquí no sabemos darles. Muchos de ellos, ya sea porque dejan la investigación o porque se van a otros países , se pierden para la investigación que se desarrolla en nuestro país. 

– También voces como la nueva presidenta de COTEC y exministra Garmendia dicen que la calidad del capital humano ha paliado el efecto negativo de los recortes, pero ¿existe bases para esperar que seguirá mejorando ese capital humano si la educación sigue sometida a recortes y el acceso al conocimiento frenado? 

El efecto negativo de los recortes se puede compensar de diferentes formas, incluyendo la citada calidad del capital humano. Sin embargo, no deja de ser un perjuicio de dimensiones no siempre fáciles de evaluar de forma inmediata. Es justamente esta forma de pensar que ya se compensará en el futuro de algún modo, la que hace que la I+D de nuestro país no termine de estar entre las más punteras de Europa y la responsable de que nos alejemos de la consideración de la I+D  como un verdadero motor de la economía. 

-A la luz de su experiencia en las nanociencias, ¿por què otras especialidades debería apostar España? 

Desde luego que la nanociencia y la nanotecnología son hoy ya una realidad tangible pero que, sin embargo, están llamadas a jugar un papel aún más importante en nuestro futuro inmediato. Sin embargo, no son las únicas áreas científico-tecnológicas que tendrán un desarrollo futuro que nos cambiará la vida a los ciudadanos. Actualmente la Unión Europea ha apostado por el desarrollo de nuevos materiales como el grafeno y el conocimiento del cerebro humano como temas de investigación fundamentales.

En este sentido, aunque la investigación como tal debe de gozar de la libertad necesaria para el establecimiento de temas de trabajo, creo que es importante que se sigan unas líneas prioritarias que, normalmente, vienen dadas desde la Unión Europea y que, en general, tienen que ver con el impacto que la investigación puede tener en el avance social. No pretendo suscitar el debate ya obsoleto de investigación básica vs investigación aplicada, pero el científico no debe de ignorar el denominado retorno social en el que las inversiones públicas repercutan en el conocimiento por el conocimiento pero, también, en la mejora de las condiciones de vida del ciudadano, es decir del bienestar social. 

– ¿Que opina de los programas políticos que se van conociendo sobre I+D+I? 

No creo que ningún político minimice, al menos públicamente, la importancia de la I+D+I. Sin embargo, lo importante es que los políticos tengan la información suficiente como para poder valorar la  I+D en su justa medida y, por tanto, actúen en consecuencia. En este sentido, la COSCE ya desarrolló el programa "Conoceros" en el que los políticos del Congreso y Senado se reunían con científicos para conocerse mejor y saber de las necesidades de la ciencia en España y, también, en sentido contrario, de cómo los científicos debemos de entender mejor el arte y funcionamiento de la política para poder proponer y eventualmente conseguir proyectos relacionados con la I+D.

-Este programa se va a reeditar con algunas reuniones anuales con objeto de conocernos mejor y de influir mediante el convencimiento en el desarrollo continuado de una I+D+I en España que no esté sujeta a las variaciones coyunturales o económicas. 

Respondiendo a su pregunta, debo de decir que el único candidato con el que me he reunido personalmente a discutir de I+D+I por iniciativa personal suya ha sido con Ángel Gabilondo. De los otros partidos políticos vamos conociendo lo  que se va haciendo público.

La Junta Directiva de COSCE la integran las siguientes personas, además del entrevistado:  Ricardo Guerrero Moreno (Sociedad Española de Microbiología), Institut d´Estudis Catalans; Alicia Alonso Izquierdo (Sociedad Sociedad Biofísica de España), Universidad del País Vasco; José Manuel Pingarrón Carrazón (Real Sociedad Española de Química), Universidad Complutense de Madrid;  Luisa Fuster Pérez (Asociación Española de Economía), Universidad Carlos III ; María Josefa Yzuel Giménez (Real Sociedad Española de Física), Universitat Autònoma de Barcelona ; Juan Lerma Gómez, (Sociedad Española de Neurociencia), Universidad Miguel Hernández; Gregorio Montero González,  (Sociedad Española de Ciencias Forestales); INIA – CIFOR; y Francisco Tirado Fernández (Sociedad de Arquitectura y Tecnología de Computadores), Universidad Complutense de Madrid.

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