jueves,18 agosto 2022
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Valor en riesgo

Perfiles del inversor según la aversión al riesgo

Redacción
En toda inversión hay un riesgo inherente, que cada inversor considera de una manera distinta. Somos personas y no máquinas, por lo que el factor psicológico contribuye a la hora de tomar decisiones.

Llamamos aversión al riesgo a la predisposición que el inversor tiene a evitar el riesgo en sus inversiones. Esto supondrá que el cliente opte por activos más seguros. Esta posición te condiciona a la obtención de una rentabilidad, ya que cuanto mayor es el riesgo mayor es la rentabilidad. El asesor es el encargado de diferenciar qué grado de aversión al riesgo tiene su cliente y así poder ofrecer un portafolio que sea lo más acorde a él.

Antes de definir los dos perfiles, existen 2 comportamientos característicos: el inversor que disfruta ganando dinero y no le importa asumir riesgo, y el inversor que antepone el riesgo a la rentabilidad. Vamos a ver qué perfil un inversor tendrá según su prioridad:

  • Baja aversión. Es un inversor que no se centra en el riesgo, sino únicamente en las ganancias potenciales, aceptando la contratación de productos con gran incertidumbre pero con alta rentabilidad. Alternativas como bonos y fondos de inversiones son de los productos más contratados. Tiende a tener un balance en su portafolio de 70% en renta variable y 30% en renta fija y sus operaciones suelen ser a corto/medio plazo.
  • Alta aversión. Evitar la exposición al riesgo es su mayor prioridad. Es un perfil más conservador que opta por alternativas más estables, aunque con una rentabilidad menor. La inversión en renta fija predomina en este perfil, y productos de renta variable estarán en un segundo plano debido al riesgo inherente. Una nueva herramienta útil por estos inversores son las cuentas forex demo, con las que los traders pueden operar minimizando su exposición al riesgo. El portafolio de un inversor con aversión alta al riesgo queda distribuido con un 70% en renta fija y un 30% e renta variable y sus operaciones suelen ser a largo plazo.

La experiencia del cliente, su capacidad monetaria y sus objetivos de inversión influyen en el grado de aversión al riesgo.

Valor en riesgo

El riesgo, como definición básica del concepto, podría ser definido como la probabilidad que existe de que un hecho esperado ocurra, pero no como lo habíamos estimado, o simplemente no ocurra. La medida estadística asociada a esta idea es la varianza, que mide estas desviaciones.

Cabe señalar que la medición del riesgo es más compleja de aplicar que una varianza y que, según la naturaleza del activo, existen diferentes técnicas que llegan a ser más precisas en la estimación.

Una de las técnicas más utilizadas para medir el riesgo financiero en un portafolio de inversión es el Valor en Riesgo (VaR), o como se conoce en inglés Value at Risk. Esta técnica indica la pérdida máxima que puede incurrir tu inversión a un nivel de confianza (normalmente del 95%). De este modo, comparando los beneficios estimados con el VaR el inversor puede construir un portafolio bien diversificado Existen diferentes métodos para calcular el VaR, el más completo es por Monte Carlo. Este utiliza un software para la estimación en el que, según los datos introducidos, el programa genera diferentes escenarios futuros. Al ser un método muy complejo y bastante costoso de calcular, es una técnica utilizada por grandes compañías, especialmente las aseguradoras.

 

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