No existe una receta única para cómo resolver la contradicción inevitable entre necesidades y posibilidades de conocer ese futuro. Nuestra recomendación es atender a cinco principios básicos:
- Ninguna predicción a medio y largo plazo tiene una elevada probabilidad de acierto, con lo que es imprescindible valorar alternativas.
- En un mundo en cambio permanente y dónde la interrelación entre países es elevada y creciente, las predicciones, sobre todo según se amplía el horizonte, deben considerarse como apuestas a revisar periódicamente.
- El peso que suele concederse a los datos del pasado para proyectarse a futuro debe disminuir según se amplía el horizonte y, la imaginación debe jugar un papel creciente. Incluso las “macrotendencias” se quiebran.
- Por tanto, es imprescindible cubrirse de los riesgos de predicción del entorno macro y disponer de estrategias alternativas.
- Atención a los “cisnes negros” de baja probabilidad pero de fuerte impacto, que no están incluidos en predicciones o escenarios habituales.
Si la predicción económica para 2015-2016 está condicionada por la evolución de muy diversos riesgos en potencia, las perspectivas a cinco o diez años sólo pueden considerarse como hipótesis de trabajo, a revisar permanentemente según vayan los acontecimientos. Esas hipótesis de trabajo quedan, en general, implícitas y corresponden a una supuesta situación de relativa normalidad, “business as usual” en la terminología habitual anglosajona. Marcan posibles tendencias con fluctuaciones, a veces, de tipo cíclico que exigen explicitar supuestos.
En el cuadro adjunto incluimos la predicción para 2016-2020 aportada por el FMI en su último informe, en comparativa por grandes zonas y para periodos anteriores. La predicción es muy similar a la ofrecida hace seis meses y apunta a una tendencia a la recuperación progresiva de la economía mundial y del conjunto de países emergentes y en desarrollo. Latinoamérica se supone que podría recuperarse de la reciente desaceleración. EE.UU. se sitúa en tasas más sostenibles a largo plazo que las actuales, la Eurozona se mantiene a ritmos que alrededor del 1,5% y Japón se mantiene por debajo del 1% de crecimiento.
Una perspectiva amplia del crecimiento mundial según el FMI (% variación media anual del PIB en PPC para agrupados por zonas) |
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Media 1996-2005 |
Situación previa de la crisis (2007) |
Periodo crisis (2008-2013) |
Salida crisis (2014-2015) |
Horizonte 2016-2020 |
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Mundo | 3,9 | 5,7 | 3,2 | 3,3 | 3,8 |
EE.UU. | 3,4 | 1,8 | 0,8 | 2,5 | 2,5 |
Eurozona | 2,2 | 3,0 | -0,3 | 1,2 | 1,6 |
Japón | 1,0 | 2,2 | 0,2 | 0,2 | 0,7 |
Conjunto Economías Avanzadas | 2,8 | 2,8 | 0,6 | 1,9 | 2,1 |
Latinoamérica | 2,9 | 5,7 | 3,3 | 0,5 | 2,2 |
Asia emergente y en des. | 6,9 | 11,2 | 7,7 | 6,7 | 6,4 |
Conjunto emergentes y en desarrollo | 5,1 | 8,7 | 5,5 | 4,3 | 5,0 |
Insistimos: todas estas predicciones a medio y largo plazo son hipótesis de trabajo para reflexión y revisión permanente más que apuestas de futuro a tomar como una guía cierta de evolución. Mirar hacia adelante siempre es conveniente; tomar sombras por realidades es de una ingenuidad irresponsable.
Antonio Pulido https//twitter.com/PsrA