Partidario de una “España federal” y de la confluencia entre Podemos e Izquierda Unida, Unai Sordo es el hombre en el que el exsecretario general de Comisiones Obreras, Ignacio Fernández Toxo, ha depositado sus esperanzas para relevarle al frente del sindicato. Nacido en Bilbao hace 44 años, Sordo dirigía CC.OO. en la Comunidad Autónoma vasca desde el año 2009. Anteriormente, y desde los 18 años, fue secretario de Juventud de Comisiones Obreras. Graduado social por la Universidad del País Vasco, Unai Sordo alega que se hizo sindicalista “por casualidad”.
En su discurso, Sordo afirmó que "hay que conseguir un nuevo marco de relaciones laborales donde las empresas no utilicen el despido barato y la temporalidad para regular su actividad". En su opinión, "no es lo mismo flexibilización laboral que precarización y desregulación, situaciones que promueven la desigualdad". En este contexto, pidió un acuerdo salarial para este año que permita a los trabajadores mejorar su poder adquisitivo, así como una subida de las pensiones.
La precariedad laboral fue uno de los ejes de la intervención del líder de CC OO, junto a la situación de los jóvenes y las mujeres en el mercado de trabajo. Sordo afirmó que "la gran prioridad del sindicato es organizar a la gente en los centros de trabajo. Ése es el eje de bóveda de cómo se fortalece la lucha contra la precariedad que sufren los jóvenes y las mujeres, para estar en mejor posición en las negociaciones con Gobiernos y patronales".
Mañana, el nuevo líder de CC OO será recibido por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. Sordo acudirá a La Moncloa acompañado del anterior secretario general del sindicato, Ignacio Fernández Toxo. Ayer, Rajoy felicitó vía Twitter a Sordo el pasado sábado cuando accedió a la secretaría general de CC OO.
Demandas de potenciar el diálogo social y de profunda reforma sindical
La ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, ofreció ayer a Unai Sordo el compromiso del Gobierno de "potenciar el diálogo social para trabajar juntos por los españoles". Báñez, que asistió como invitada a la clausura del Congreso de CC OO, destacó la importancia del diálogo social "para seguir trabajando por España y por los españoles". También felicitó a Ignacio Fernández Toxo por su trayectoria al frente del sindicato en unos años "que no han sido los más fáciles" ni para los sindicatos ni para los españoles, y señaló que, aunque ha sido "un interlocutor duro en las negociaciones, es una persona comprometida con España y muy responsable a la hora de trabajar en el diálogo social".
El diario ABC dice en un exitorial con este motivo que el sindicalismo español todavía precisa una profunda reforma. El principal reto del nuevo líder de CC.OO, Unai Sordo, consiste en recuperar los afiliados perdidos y, sobre todo, superar el grave descrédito sufrido por los sindicatos a consecuencia de los escándalos de corrupción y su ineficacia a la hora de representar a los trabajadores. El problema de fondo es que los sindicatos en España siguen, por desgracia, anclados a prácticas más propias del siglo XIX que del XXI, en las que el interés de la entidad prima por encima del de los trabajadores. La verdadera tarea pendiente del sindicalismo no es cambiar a sus líderes para que todo siga más o menos igual, sino afrontar una profunda modernización para convertirse en agencias que incentiven el empleo, sin renunciar a la defensa de los derechos laborales, apostando por la autofinanciación, la negociación a nivel de empresa y el desarrollo de servicios útiles para sus afiliados, a imagen y semejanza de otras economías europeas.