En una resolución aprobada con 505 votos a favor, 119 en contra y 69 abstenciones, el Parlamento recalca que “los ciudadanos europeos deben ocupar una posición central en la estrategia de recuperación” y asegura que se mantendrá firme en su defensa de los intereses de la gente. Los eurodiputados consideran que el esfuerzo de recuperación debe tener una “fuerte dimensión social”, para atajar las desigualdades sociales y económicas y responder a las necesidades de los más golpeados por la crisis.
Previamente, la Sección de Economía del Comité Económico y Social Europeo (CESE) aprobada casi por unanimidad (65 votos a favor, uno nulo y una abstención), el dictamen del Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo o Plan de Inversiones para una Europa Sostenible, recomendando a la Comisión incluirlo dentro del Plan de Reconstrucción tras el COVID que deberá presentar hacia el 20 de junio, junto al nuevo marco financiero y presupuestario plurianual 2021-2027.
Este viernes, el vicepresidente económico de la Comisión, Valdis Dombrovskis, ha confirmado que el Ejecutivo comunitario trabaja en una propuesta presupuestaria que doblaría la actual y se situaría en torno al 2% de la Renta Nacional Bruta (RNB) de la UE, una cifra que empezó a barajar a medida que la crisis del coronavirus iba cobrando más y más peso en el continente. El pan de Bruselas es ambicioso. A día de hoy, el presupuesto disponible -cuyo marco finaliza en 2020- representa el 0,904% de la RNB de los 27 socios, y en la historia de la Unión, el marco nunca ha superado el 1,33% de la renta media.
Superpuesto sobre esos presupuestos anuales a partir del 2021, y en su caso hasta el 2030 y no solo el 2027, el Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo o Plan de Inversiones para una Europa Sostenible, que intenta destinar esta década 503.000 millones de euros de los presupuestos europeos a movilizar otros fondos privados y públicos, hasta alcanzar los 260.000 millones anuales o 2,6 billones en la década (verilustración de arriba). El dictámen por el CESE de este plan está siendo liderado por dos españoles, Carlos Trías Pintó, como ponente en representación de los consumidores y usuarios españoles, y Javier Doz Orrit, como presidente del grupo de trabajo, en representación de los sindicatos, actuando de experto el profesor también español Gustavo Matias Clavero.
Antes de llegar la pandemia de COVID, la Unión Europea se había propuesto convertirse en el primer bloque climáticamente neutro del mundo de aquí a 2050. Esto exige en su opinión inversiones considerables, tanto de la UE como del sector público nacional, así como del sector privado. El Plan de Inversiones del Pacto Verde Europeo (el Plan de Inversiones para una Europa Sostenible), presentado el pasado 3 de febrero y que movilizará la inversión pública y contribuirá al desbloqueo de fondos privados a través de los instrumentos financieros de la UE, sobre todo InvestEU, lo que podría traducirse en un mínimo de un billón de euros de inversiones.
Los dos billones que pide el Parlamento Europeo
Según aclaró este viernes en su debate y votacón el Parlamento europeo, la Comisión aún no habla de cifras exactas, "pero nos referimos a un refuerzo sustancial del presupuesto, que doblaría el 1% actual", ha señalado Dombrovskis en el Parlamento Europeo. De confirmarse, la partida movilizaría en torno a 1,7 billones de euros. La propuesta de Bruselas, que previsiblemente se hará pública el 27 de mayo, tendrá que ser respaldada después por los socios.
La Cámara insiste en que el nuevo “Fondo de Recuperación y Transformación” debe alcanzar un volumen de dos billones de euros, financiados a “través de la emisión de bonos a largo plazo para la recuperación garantizados por el presupuesto de la Unión”. El dinero deberá desembolsarse “mediante préstamos y, sobre todo, subvenciones, pagos directos para inversiones y capital”.
Los eurodiputados advierten a la Comisión contra la utilización de “ingeniería financiera” y “multiplicadores dudosos para anunciar cifras ambiciosas”, para no poner en riesgo la credibilidad de la UE.
Las inversiones para la recuperación deben añadirse a los programas financiados por elMarco Financiero Plurianual MFP, los presupuestos de la UE, según el Parlamento Europeo
El plan de recuperación debe sumarse al próximo Marco Financiero Plurianual (MFP), el presupuesto de la UE a largo plazo, y en ningún caso conllevar una dotación presupuestaria más reducida, recalca la resolución. Los eurodiputados subrayan que el MFP para 2021-2027 debe incrementarse y dejan claro que, de lo contrario, utilizarán su poder de veto.
Dos billones de euros para reconstruir la economía tras la crisis del COVID
El dinero para la recuperación deberá canalizarse “a programas dentro del presupuesto de la Unión”, para garantizar la supervisión y participación del Parlamento. La Cámara debe “participar en la configuración, la adopción y la aplicación del fondo de recuperación”. Los eurodiputados piden a la Comisión que evite “cualquier intento de diseñar una estrategia de recuperación europea fuera del método comunitario y que recurra a medios intergubernamentales”.
El plan debe centrarse en las prioridades del Pacto Verde y la agenda digital
El “plan de recuperación a gran escala” que los eurodiputados ya pidieron en la resolución adoptada el 17 de abril, debe alargarse lo suficiente para hacer frente al “impacto profundo y duradero esperado de la crisis actual”, agrega el texto. Debe transformar nuestras economías mediante el apoyo a las pymes y el aumento de las “oportunidades de empleo y las capacidades laborales para mitigar el impacto de la crisis sobre los trabajadores, los consumidores y las familias”.
El PE pide priorizar inversiones en línea con el Pacto Verde y la agenda digital e insiste en demandar un nuevo programa autónomo europeo de salud.
La reforma de los ingresos, esencial
Los eurodiputados piden de nuevo la introducción de una cesta de nuevos recursos propios, para evitar un incremento adicional de las contribuciones directas de los Estados miembros al presupuesto como única manera de garantizar una dotación adecuada del Marco Financiero y el Plan de Recuperación y Transformación. Como el límite de ingresos se fija en relación a la Renta Nacional Bruta, que previsiblemente se reducirá tras la crisis, reclaman “un aumento inmediato y permanente del límite máximo de recursos propios”.
La Comisión planea presentar una revisión de su propuesta de nuevo Marco Financiero Plurianual, así como un plan de recuperación, para hacer frente a las consecuencias de la crisis del COVID-19.
El actual presupuesto expira el 31 de diciembre de 2020. La Comisión presentó su propuesta inicial para 2021-2027 en mayo de 2018. El Parlamento fijó posición en noviembre de 2018 y la confirmó en octubre de 2019, tras las elecciones europeas. El Consejo aún no ha sido capaz de adoptar una posición común.