jueves,18 agosto 2022
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Sánchez se presenta a la ONU como defensor del desarrollo sostenible y el multilateralismo

Redacción
En su primer discurso en la Asamblea General de la ONU tras cuatro años de ausencia de su antecesor Rajoy, el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, se presentó como defensor de los valores de la ONU y en especial de los objetivos de desarrollo sostenible, multerateralismo, apertura al exterior, dignidad de las personas que sufren, como los migrantes, y acogida de éstos frente a las crecientes tendencias a la xenofobia que alimenta el populismo en diversas partes del mundo.

EL presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, reafirmó anoche ante la Asamblea General de la ONU el valor del diálogo para construir consensos, defendió el multilateralismo y los valores de Naciones Unidas, además de pedir actuaciones globales para erradicar las formas de discriminación contra la mujer. Reivindicó ante los líderes mundiales la solidaridad de la sociedad española frente a los radicalismos y la xenofobia, con alusión a la política migratoria del Ejecutivo español, con medidas como el auxilio de migrantes en alta mar, que calificó de "imperativo moral", según informaron las agencias esta madrugada, que han recogido la primera intervención de Sánchez en este foro, con motivo de la apertura de su nuevo periodo de sesiones.

El jefe del Ejecutivo incidió en un mundo que, según señaló, se enfrenta a grandes desafíos globales, para los que se hace necesario por parte de los gobernantes "una auténtica agenda del cambio", con liderazgos capaces de construir consensos y forjar acuerdos. "Este tiempo no requiere de mensajes nacionalistas o excluyentes. Es el momento de forjar un nuevo liderazgo cooperativo desde la voluntad no solo de escuchar al otro, sino de entender el porqué de sus razones, de asumir con un profundo sentido de la empatía que nadie por sí solo tiene el monopolio de la verdad", añadió.

En cuanto al problema migratorio, Sánchez insistió en la necesidad de reconocer la situación que el drama de los refugiados provoca en los países receptores, al tiempo que pidió compromiso con esos estados y, "por encima de todo, justicia y reparto equitativo de esta responsabilidad en la que todos tenemos la obligación de ayudar", dijo. El presidente explicó que, a pesar de los embates de la crisis económica, la inmensa mayoría de la sociedad española jamás ha dado la espalda al drama migratorio, algo de lo que dijo sentirse "orgulloso".

Tras pedir que se sitúe a la dignidad del ser humano en el centro de la acción política, Pedro Sánchez garantizó el compromiso de España en la defensa de ese valor y llamó a hacer frente, con una hoja de ruta global, a problemas como la discriminación de las mujeres, la pobreza infantil o el cambio climático. En este sentido, el presidente reafirmó el compromiso de España con la Agenda de Mujeres, Paz y Seguridad, y su apoyo a la labor de ONU Mujeres, a cuya creación España ha contribuido activamente, siendo el primer donante que estableció un marco de asociación con la organización. También apeló a avanzar en medidas para garantizar la seguridad y la lucha contra el terrorismo, un ámbito en el que, recalcó, la cooperación y el multilateralismo pueden dar sus mejores frutos.

En otro momento, en alusión a Gibraltar, el jefe del Ejecutivo dijo que la posición de España es conocida y se alinea con la doctrina de Naciones Unidas, tras lo que recordó que el Brexit conlleva la salida de Gibraltar de la UE, una circunstancia que, señaló, debe aprovecharse para una nueva relación entre la UE y el Peñón "que ha de pasar inevitablemente por España", con el deseo de que "aporte prosperidad y beneficie a toda la región". Respecto al Sáhara, Sánchez explicó que España desea contribuir a los esfuerzos de la ONU para alcanzar una solución "justa y duradera y mutuamente aceptable".

Priorizar la cooperación al conflicto o elecciones anticipadas

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, advirtió ayer de que si los partidos políticos que le apoyan, entre ellos los independentistas, priorizan el conflicto a la cooperación, "vamos a ir a elecciones y se acabará la legislatura". El jefe del Ejecutivo, en un foro organizado por Reuters con motivo de su presencia en Nueva York, antes de su intervención en la Asamblea General de la ONU, apostó por agotar la legislatura para sacar adelante la agenda social del Gobierno y también para "buscar una solución para Cataluña".

Después de que el moderador del acto apuntara que entre los partidos que sustentan el Gobierno hay algunos de carácter secesionista, Sánchez señaló: "Ellos saben que defendemos la Constitución, que defendemos la integridad territorial y la soberanía de España, y saben que nosotros reconocemos la diversidad territorial y la identidad catalana", recalcó, además de añadir: "Si ponemos la cooperación por delante para resolver políticas sociales o todo tipo de cuestiones, creo que podemos llegar al año 2020, que es mi objetivo".

Al plantearle la repercusión que en la situación catalana pueden tener los juicios a los dirigentes independentistas, el presidente del Gobierno admitió que supondrán un "impacto político", tras lo que subrayó que su papel como presidente no es entrar en hipótesis de lo que pueda suceder, sino actuar sobre la realidad y que su objetivo es seguir dando pasos adelante.

Por otra parte, el jefe del Ejecutivo señaló ayer que, si a la vista de los trabajos para aprobar un nuevo techo de gasto para 2018, el Gobierno tuviera que presentar los Presupuestos con el techo de gasto actualmente vigente, así se hará. Sánchez reprochó a PP y Ciudadanos que se opongan a un nuevo techo de gasto que permite la flexibilización del déficit y una menor austeridad, tras lo que reiteró que deberán dar explicaciones por ello a los españoles.

Sobre estas palabras,EL PAÍS destaca: "El presidente apuesta por agotar la legislatura pero la condiciona a la voluntad de diálogo del secesionismo". LA RAZÓN, bajo el antetítulo: "Nerviosismo en el Ejecutivo", destaca que "Sánchez rebaja su exigencia ética para aguantar en Moncloa". Este rotativo subraya que "el presidente deja la Legislatura en manos de los soberanistas como coartada para adelantar elecciones". EL ECONOMISTA hace alusión a que "el presidente advierte al soberanismo de las consecuencias de no atenerse a la cooperación con el Estado".

 

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