Con una inversión de 25 millones de euros, de los cuales el 60 por ciento es de capital privado y el 40 restante de capital público y fondos de la propia Universidad, el Museo cuenta con socios fundadores de todo el mundo y será inaugurado dentro de dos años. La superficie que ocupará será de unos 11.000 metros cuadrados y estará ubicado en entre el campus y la ciudad. Así, desde el mismo se podrá contemplar Pamplona y, al mismo tiempo, el escenario paisajístico que rodea la urbe y las facultades.
El proyecto nace en el año 2008 cuando la Universidad de Navarra recibe la donación de la colección de arte contemporáneo de María Josefa Huarte Beaumont, compuesta por medio centenar de obras pictóricas y escultóricas que fue adquiriendo a lo largo de años.
Las obras, realizadas en su mayoría en la segunda mitad del siglo XX, pertenecen a diversas corrientes artísticas y están adscritas a movimientos como el minimalismo, la abstracción, el postimpresionismo, el expresionismo o el constructivismo.
Además, las técnicas utilizadas en el conjunto de la colección son también muy variadas ya que van desde la pintura al óleo, pasando por el lienzo, madera, tela, acero pintado, pintura sobre bronce hasta llegar a esculturas de fundición de zinc, bronce, piedra, hierro o mármol.
Con respecto a las obras fotográficas, legado del fotógrafo José Ortiz Echagüe, la colección que albergará el nuevo museo constará de 10.000 fotografías y 100.000 negativos que abarcan desde el siglo XIX hasta la época contemporánea.
De esta manera, la galería contará con una de las colecciones de fotografía más importantes de España formadas por obras de autores españoles y de procedencia internacional como Clifford, Laurent, Tenison, Batlés, Camisans, Joan Fontcuberta, Ronald Fischer, Bleda y Rosa o Manuel Brazuelo, entre otros.
Todas estas obras se pondrán contemplar en el edificio que ha construido Moneo, que estará dividido en tres plantas y que contará con nueve salas expositivas, un auditorio con 700 butacas, dos talleres, un faculty club, una biblioteca, un aula, dos salas didácticas, otras dos de proyecciones, oficinas, un almacén, un hall y varios vestíbulos, entre otros servicios.
Según ha explicado el propio arquitecto, las cubiertas estarán ajardinadas con el objetivo de que sean transitable para que desde allí se pueda contemplar el campus y la sierra de Pamplona. Moneo ha respetado el material utilizado en el resto de edificaciones del campus, el hormigón, con el fin de que el Museo sea una "pieza conjunta" de un todo.
"Sentido de pertenencia a un mismo bloque. Es un edificio que ayuda a configurar una escena urbana fundamentalmente paisajística", ha comentado el arquitecto que diseñó otros centros de arte como el Museo Thyssen Bornemisza, y amplió otros como el Museo del Prado, el Moderna Museet de Estocolmo o el Museo Fine Arts de Houston (Texas), y que ha calificado al Museo Universitario de Navarra como su obra "más abstracta".
Con todo ello, el Museo servirá, en palabras de su director, Miguel López-Remiro, como un escenario de "interacción" entre el artista y el espectador y cuyo pilar fundamental se sustentará en la investigación interdisciplinar.
Así, no sólo estará presente, según ha comentado el adjunto al rector de la Universidad, Jaime García del Barrio, en el ámbito de la docencia sino que, también, en la investigación. "Es un proyecto singular tanto en su origen como en su enfoque", ha zanjado.
